Imagen de las laderas de la Montaña, 12 de octubre de 2009.
La misma imagen, 21 de enero de 2010.La campiña inglesa o la estepa tunecina. Un contraste que encontramos en Extremadura de manera marcada. Las fotos se hicieron en torno a las siete de la tarde, aunque la luz, claro está, no es la misma.
Empiezo a envidiar esos paseos que te marcas de vez en cuando por Cáceres...
ResponderEliminarRespecto al contraste, pues lo muestras tal cual es. Ya sabes que por aquí nos llevamos un shock anual por esos cambios de colores.
Un saludo.
Yo realmente me deprimo cuanda avanza junio y este pastizal se convierte en una estepa polvorienta, y al contrario. Ver cómo el campo recupera el color al principio del otoño es algo alucinante, sobre todo con los musgos. Bastan cuatro gotas de una tormenta y ya están verdes.
ResponderEliminarSaludos...
Tienes una buena oportunidad para pasarte por el ateneo: Esta tarde Juan Verde Asorey dista una conferencia sobre teísmo, ateísmo y antiteísmo.
ResponderEliminarA continuación nos tomaremos unos vinos.
Estás invitado.
Un abrazo.
Grrr... He leído esta información algo tarde, cuando venía de Inglés. Ahora además se me van a complicar un poco las cosas, porque esperamos un niño en un mes, así que imagínate. Pero estoy deseando asistir a una de vuestras fantásticas tertulias báquicas y blasfemas.
ResponderEliminarOtra vez, muchas gracias...
Enhorabuena por el encargo. Que vaya todo bien.
ResponderEliminar¿Padres novatos?.
Mañana salgo para Oporto. Espero tener la oportunidad de darme una vuelta por Massarelos.
Un abrazo.
Ya me dirás qué te parece... Oporto tiene tantos rincones para ver (y que no salen en los libros turísticos) que es para vivir allí una buena temporada y conocerlos.
ResponderEliminarVaya envidia... yo pasaba allí veranos enteros y hace un año que no voy. Cuántas saudades.