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quarta-feira, 6 de janeiro de 2010

TRAINSPOTTING...


La eterna vía del ferrocarril... Líneas paralelas perdidas en el horizonte. Una imagen que siempre evoca muchos significados: una vida que pasa, el instinto del viajero, la sensación de infinito... y un lugar perfecto en el que el aficcionado a los minerales se puede encontrar con rocas que no se dan en los alrededores.

En la imagen, podía observar gneises, calizas (de Cáceres), dioritas y gabros.
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En la imagen, roca gabroide con calcopirita en una de las puntas: un mineral que en condiciones normales no encontramos en nuestra ciudad.

"Trainspotting" es una palabra que evoca en inglés a un viejo juego de gente ociosa, que iba a las estaciones de trenes a contar vagones, y quien más contaba lógicamente ganaba (me pregunto qué vio Irvine Welsh para titular su novela así, pero le quedó genial). Pero las vías de los trenes reservan muchas sorpresas para los asiduos, como es mi caso, y en el ferrocarril de la ciudad hay pocos trenes que contar, así que uno puede dedicarse a observar la infinidad de pedruscos que sustentan las vías y que aparecen en las zanjas.

Paseando por las vías cercana al polígono, aproveché para reconocer rocas que no se dan por Cáceres, y por casualidad, acabé hablando con un paseante de Peñas Albas. Como ha ocurrido otras veces, me preguntó que hacía con un pico tan grande, y que tuviera cuidado con el tren. Luego empezamos a conversar sobre las minas y los megalitos de su pueblo, y acabamos discutiendo sobre las grandes empresas capitalistas. Encuentros curiosos...


La vía con un pequeño soto de pinos piñoneros, al fondo. Aunque no son demasiado frecuentes, las dehesas de piñoneros se dan en determinados lugares de la provincia de Cáceres.

2 comentários:

  1. De chica, con una amiga jugábamos un Trainspotting de autos. Había que elgir una marca o color y contar cuántos pasaban. Ganaba la suma más alta. Qué cosa los trenes, en mi flia., para algunos, es algo muy fuerte, algo debe haber en la sangre. Me mudé en noviembre y extraño tanto escuchar el ruido del tren desde la cama antes de dormirme o al despertar...
    Para muchos es incmprensible, pero ese sonido me arrulla...
    QUÉ PLACER VIAJAR EN TREN, escucharlo, verlo, olerlo y todo lo que haga al mundo ferroviario.

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  2. Sí, yo creo que los trenes tienen un toque mágico... Yo vivía cerca de una estación, y acostumbraba a contar las horas sin necesidad del reloj, tan solo escuchando "el tren de Lisboa" o "el de Madrid". Te marcan un ritmo que haces tuyo...

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