quarta-feira, 9 de dezembro de 2009

EL ENCANTO DE LO PEQUEÑO

Fila de negrillos (olmos) en la calle Ruta de la Plata. Sus cortezas reservarían al G.P. más de una sorpresa. Aunque en la foto no se pueda apreciar, muchos están atacados en mayor o menor medida por la grafidiosis, causada por el hongo ceratocystis ulmi.

Parte de la corteza del negrillo orientada hacia el Noroeste, parte usualmente más húmeda y donde fructifican con fuerza líquenes, musgos y otras plantas parásitas del árbol.


De pequeño me imaginaba bosques inhóspitos con solo mirar el musgo en las cortezas de un negrillo, un paraíso en pequeño. Ojalá no pierda nunca los ojos del niño.
Las varillas que despuntan de la alfombra verde constituyen el lugar donde se liberan las esporas, con el contacto de una simple gota de lluvia.

Líquenes en el esplendor de la temporada otoñal. Orientados hacia el norte y en plena ciudad, dan testimonio que nuestra atmósfera no está tan degradada. Extremadamente resistentes a largas temporadas de sequía, la contaminación atmosférica acaba con la materia orgánica que constituye su alimento y tienden en consecuencia a desaparecer. Los pequeños círculos del interior del líquen constituye lo que se denomina apotecios, donde se desarrollan las esporas que permiten la reproducción de estos hongos.

Una planta fácil de ver en cortezas de árboles y muros: el ombligo de Venus, planta por la que el G.P. siente especial devoción.

1 comentário:

  1. Casi enfrente de mi casa, pasando muchos años por ahí y sin saberlo. El ombligo de venus es una planta muy curiosa.
    A ver si un día te animas y captas a los tordos de la Plaza de Andalucía, al otro lado de donde has hecho estas fotos. Yo no soy capaz porque son demasiado huidizos.

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