sexta-feira, 6 de janeiro de 2012

CASTAÑOS EN EL PORTANCHITO

Un pequeño enclave de castaños a un par de kilómetros de Cáceres. 



     A alguien le puede resultar extraño toparse en un paseo por el Portanchito con este árbol, que todos damos en climas un poco más húmedos y menos tórridos. Pero aquí están, ocupando las laderas de umbría del valle del arroyo Valhondo, muy cerca de lo que fue el sanatorio de tuberculosos, hoy derruido hasta los cimientos. Desgraciadamente hemos acudido cuando casi todas sus hojas habían caído ya y apenas podíamos distinguir sus estéticos tonos ocres y rojizos.
     Que su crecimiento en estos parajes es extremadamente complicado, da fe mi familia. Decenas de veces hemos plantado castaños gallegos en las laderas norte de Sierra de Fuentes, y los vientos solanos que soplan del oeste en verano los han fulminado en tan solo un par de días. Precisamente el lugar que ocupan aquí les permite mantenerse al resguardo de cualquier viento estival y al mismo tiempo su orientación NE les permite aprovechar el máximo de humedad. Una curiosa anécdota para estas tierras cacereñas, que sin duda en tiempos antiguos pudieron albergar una mayor diversidad biológica, y que hoy es amenazada por todo tipo de factores locales y globales. En cualquier caso, conviene no engañarse, el Castanae Sativa o castaño europeo no es una especie autóctona de la península ibérica. La trajeron los romanos, amantes de las castañas, y con el paso de los siglos se haría autóctona.

Las superalumnas Marina, Ana A. y Ana G. acompañando al G.P. en sus averiguaciones.

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