segunda-feira, 1 de abril de 2013

OREJAS DE JUDAS EN PRIMAVERA


Estas orejillas están marcadas por un sombrero endeble y flexible, con ausencia de pie.
Más que de Judas, las orejas parecen de Mr. Potato, especialmente alineadas así.
  Aspecto de las orejas de Judas por debajo del sombrero, con las rugosidades típicas por las que se ha ganado su nombre con justicia...
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        Iniciamos abril con una nueva reseña micológica, y que viene al pego con las fechas que se acaban de celebrar: la oreja de Judas (Auricularia auricula-judae). Si la primera palabra guarda una relación directa con la forma peculiar de la seta, el que sea propiedad de Judas (sin especificar si es el Tadeo o el Iscariote), constituye un misterio para el G.P. Sea lo que sea, al pobre Judas le caen todos los muertos, buenos o malos. Este interesante hongo crece habitualmente sobre tocones o ramas muertas que guardan mucha humedad, y que están vinculados a determinadas familias de árboles. Lo hemos observado sobre ramas de olmos y en tocones de eucaliptos, para ser más exactos, aunque los entendidos dicen que también fructifica sobre la madera viva. En el caso que estamos viendo, los ejemplares proviene de Sierra de Fuentes. Las ramas estaban en el campo de la familia del G.P., fruto de la poda del otoño pasado y muy humedecidas por la continua lluvia que ha caído desde entonces. El otro caso que avistamos durante el pasado noviembre fue en el Olivar de los frailes, lugar muy generoso durante esa época en setas y hongos de todo tipo.   
     La oreja de Judas es fácilmente reconocible por su forma -de oreja, si invertimos la seta-, su peculiar textura -gelatinosa, flexible- y su lugar de aparición. Aunque en la cultura occidental no se suele recoger con frecuencia, esta seta hace las delicias de la cocina oriental, y los amantes de los restaurantes chinos o tailandeses más de una vez la han degustado, aunque no hayan caído en la cuenta de ello...

  Las Orejas de Judas estaban junto al estanque del campo. Este año, rebosante de las tres especies más abundantes de la zona: sapo de espuelas, ranas comunes y gallipatos. Faltan a la cita las ranas meridionales, que no se suelen dejar ver dentro del agua.

2 comentários:

  1. Hola Valentín! Eso parece en la comida oriental, por supuesto... Al parecer se dejan secar y luego se rehidratan con un poco de agua.

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