sábado, 4 de julho de 2015

CONJUNCIÓN PLANETARIA...

 Venus, a la izquierda y Júpiter  a la derecha, desde Sierra de Fuentes. Toda una ilusión óptica de proximidad planetaria, muy lejos de la realidad de estos planetas.

      Después de este parón primaveral, el Granito Parlanchín vuelve a la web... Hay muchas razones de este parón: mucho trabajo -época de exámenes-, pruebas de inglés, otros proyectos en la mente calenturienta del GP, y también, hay que reconocerlo, poco de lo que hablar. La razón es relativamente sencilla: la primavera que hemos dejado atrás ha sido muy parca en lluvias, bastante localizadas e irregulares, y los mosaicos de color en nuestras dehesas en otros años han estado casi desaparecidas y se han reducido a pocas semanas. Así que hablaremos hoy de cosas que están libres de los caprichos del clima mediterráneo, más alocado que nunca por el progresivo cambio de clima.
       Una cosa que depende poco de nuestra acción humana lo constituye la astronomia. Y hasta el más ignorante en estas cuestiones habrá visto en las últimas semanas una conjunción astronómica llamativa en los cielos veraniegos. Nuestros queridos planetas, Venus y Júpiter se han abrazado en el cielo como nunca lo habíamos visto antes. Cuando la luna en su cuarto creciente se unió al baile planetario la conjunción se hizo ya casi perfecta. Este llamativo baile planetario no sempre ha sido visto com buenos ojos. Los astrólogos antiguos entendían que estos eventos eran la premonición de acontecimientos catastróficos para los hombres, y más de un astrónomo perdió la cabeza por haber predicho estos acontecimientos. Todavía en el siglo XXI es fácil encontrar predicciones catastrofistas para estos acontecimientos: tsunamis, terremotos, hambrunas... Aquí por ahora, lo que nos toca sufrir es otra nueva ola de calor en ciernes. Y no busquen la causa en los lejanos y maravillosos planetas, sino en nuestro propio clima o en nosotros mismos.  

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