quarta-feira, 30 de dezembro de 2009

GARCILLAS EN LA CIUDAD

Las garcillas posando tranquilamente en mitad de la rotonda.
Interesante foto de la garcilla bueyera con fugaces coches por detrás.

La pareja de garcillas bueyeras buscando bichos entre la hierba.
Acostumbrábamos a ver las garcillas bueyeras en mitad del campo, cercanas al ganado o en charcas, pero no en mitad de la rotonda más concurrida de toda la ciudad. Otra señal más que numerosos animales tienden a aceptar cada vez más la proximidad del hombre. Curiosamente, las garcillas ni se inmutaban con los coches o el ruido de las motos, pero seguían sigilosamente cada movimiento que hacía con mi cámara en las alturas del puente elevado. No dudaban en alzar el vuelo en cuanto se sentían observadas. Pero al final, un poco de paciencia mereció la pena.
En las fotos, nos encontramos a nuestras amigas las garcillas con su plumaje de invierno: patas negruzcas y pico amarillento. En la época de celo, tanto el pico como las patas tienden a enrojecerse. Hay que estar guapos para el noble acto de la procreación! A diferencia de otras especies, podemos verla prácticamente durante todo el año, aunque ahora son bastante más visibles, atravesando los cielos de la ciudad en grandes bandadas.

2 comentários:

  1. Hola Granito Angelillo Parlanchín!
    Acá en Pilar, pcia. de Bs.As, Argentina vemos cada tanto "garcitas blancas", pero bastante alejadas del ruido. Cuando uno de mis hijos salía más tarde del cole, y había pocos autos (muy cerca del cammpo) celebrábamos cada vez que se nos cruzaba una. Aparecen donde hay cursos de agua. También hay otras exactas pero completamente negras.
    Me hace reír el nombre de tu blog, Cáceres es el apellido de un hombre que cada tanto viene a casa y arregla TODO. Mis hijos le inventaron una canción alusiva a su nombre. Cuando te des una vuelta por el hemisferio sur, se las hago practicar para que la entonen en tu honor, ji, ji!!
    Feliz año y te felicito por tu blog!!!!!!!!!!

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  2. Feliz año y gracias por tu blog. Y sí, supongo que familiares de estas garcillas también estarán por aquellas latitudes. Cuando estuve por Argentina, era demasiado arriba, en la frontera del Iguazú (eso sí que es naturaleza!) y solo podía fotografiar lagartazos y tucanes.

    Por cierto que la visita a Argentina se me hacía obligatoria, puesto que soy un auténtico fanático del mate (algunos de mis mejores amigos son argentinos y me metieron en el vicio). La próxima vez pasó por Pilar, je je...

    Un saludo!

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