terça-feira, 18 de janeiro de 2011

CUANDO RUGE LA PROCESIONARIA...


Una guarida de las malhechoras.

... los pinos tiemblan. Sí, ya sé que cambia la peli, pero que se lo pregunten a los pinos, sobre todo si son pinos carrasco. En este caso son los típicos piñoneros comunes de nuestra zona mediterránea. Y lo que encontramos en la imagen son los intrincados nidos blancos en sus ramas que esconden a una auténtica devoradora de coníferas: la oruga de la procesionaria. Estos singulares bichos han sido causantes en ocasiones de auténticas deforestaciones, y en cualquier caso, un año benigno para ellas puede suponer el casi aniquilamiento del árbol. Afortunadamente, este otoño húmedo no ha hecho prosperar demasiado a la orugilla de marras pero aún así siempre es fácil encontrarnos con sus característicos nidos. 
      Si a alguien le da por abrir el nido y molestae a las peludas amigas, que sepa que nuestras orugas se desprenden de sus pelos y los proyectan sobre sus atacantes, generando irritaciones. Lo mejor aquí en árboles infectados es cortar directamente la rama sobra la que descansa el nido y quemarlas. En ocasiones, los nidos están tan altos que mi señor padre tuvo que abrirlos... a perdigonazos.
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Dehesa de pinos de Conejero.

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