domingo, 22 de maio de 2011

UN BICHITO PELIGROSO

Si creen que el bichito es grande piensen que en el Amazonas
miden 30 cm. y que hace 300 millones de años medían dos metros: aterrador.

      Presentamos a la escolopendra, nuestro ciempiés más afamado y común para todos los buscadores de pedruscos. Su abundancia por los llanos y pedregales de nuestra comarca lo hace el invertebrado más temible para un aficcionado a las piedras como es el G.P. Aunque su mordedura no es comparable con la del alacrán, aquel que ha sentido las fauces de este bichito en sus piel no duda en compararlo con el de abejorros y demás parientes. De hecho, las dos patas de la cabeza actúan como principal arma ofensiva del ciempiés como principal arma ofensiva en su lucha por la supervivencia. En este caso me encontraba yo la pasada Semana Santa en las vías del tren cercanas al Junquillo y revolviendo las piedras en busca de alguna calcedonia interesante cuando me topé con nuestro amigo. Compañero muy común, por lo demás, en casi todas nuestras excursiones geológicas. Suerte que al menos se dejaba fotografiar...

Los lugares por donde nos encontramos estos miriápodos.
En la foto, la conocida deslizadera de Aldea Moret.

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