El boleto a principios de junio.
Aunque parezca mentira, las setas siguen dándonos sorpresas hasta en el mismo mes de junio. Aquí vemos un ejemplar que solo empieza a crecer típicamente cuando el sol calienta más: el Boletus aestivalis o "seta del verano", como preferimos llamarla aquí. Este ejemplar lo encontramos solitario, en la sombra fresca de una gran higuera en las cercanías del cauce del riachuelo de Aguas Vivas, en el Parque del Príncipe. Al principio nos dio la sensación de ser una seta de chopo más como las que hemos visto en los últimos días, pero rápidamente caímos en la cuenta del carácter boletal de la seta, al tener tubos y no láminas formando el sombrero. Investigando poco a poco, fuimos viendo las características típicas del boleto estival: dibujo reticulado en el pie del hongo y sobre todo, cuarteamiento del sombrero debido precisamente a los calores de junio. En cualquier caso, el G.P. no cree que la volvamos a ver hasta el final del verano: demasiado bochorno para nuestro pobre hongo...
Días después, el cuarteamiento del sombrero de nuestro boleto era ya total y presentaba una superficie endurecida.
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