domingo, 3 de fevereiro de 2013

DE VISITA AL... RISCO DE SIERRA DE FUENTES

La penillanura cacereña y Sierra de Fuentes desde la Ermita del Cristo.

Relajante paisaje de dehesas hacia el oeste.

                  Cavidades naturales provocadas por derrumbamiento de estratos cuarcíticos.    
     Visitar el Risco para el G.P. es revisitar la infancia. La primera vez que subí hasta allí con ocho o nueve años de la mano de Cali y Rosa, la montaña me parecía imponente, gigantesca, como una sombra amenanzante siempre sobre el pueblo de Sierra de Fuentes, que hacía las tardes del invierno particularmente cortas en el pueblo. Era la primera vez que me metía bajo una cueva, la del gitano (si no recuerdo mal, ese es su nombre) lo suficientemente amplia para llamar la atención de un niño pequeño. Y también fue la primera vez que vi un eslizón atravesar mi camino, de vuelta para el pueblo. Cuando uno crece y muchos años después vuelve al mismo lugar, la perspectiva cambia. Pero la belleza del lugar se mantiene, y siempre es un gusto regresar a ese rincón, sentarse sobre una piedra y contemplar las dehesas que se extienden hacia el oeste. Eso fue al menos lo que hice estas últimas navidades...
      Echamos cuentas y concluyo que he tardado mucho en exponer al Risco en el blog. El punto más alto del sinclinal de Cáceres (664 metros) y a unos diez kilómetros de Cáceres permite una visión espectacular sobre toda las comarcas colindantes; su aislamiento y punto final de la Sierra de la Mosca (actúa casi de cierre del sinclinal cacereño) permite superar en vistas a la Montaña o el Cerro del Milano. Solo por eso merece subir hasta aquí. Alicientes de otros tipos no faltan. La subida -ya sea desde el pueblo, el valle o desde la cara opuesta de la montaña, nos permite atravesar un interesante paisaje adehesado que solo podemos contemplar en su plenitud desde lo más alto. Desde nuestra perspectiva favorita, la geología, todo el conjunto lítico de la zona es fundamentalmente cuarcítico: la cuarcita armoricana presente igualmente en el cerro del Milano, Romanos o el  Paseo Alto y que presenta características morfológicas parecidas. Quizás lo más espectacular en este lugar sea contemplar los ripples sobre los estratos cuarcíticos, visibles aquí mejor que en ningún sitio del sinclinal. Un lugar interesante donde observarlos es justamente en la pared cuarcítica que se levanta al lado de la ermita del Cristo, con oscilaciones de gran tamaño y con cortes perpendiculares. Mención aparte merecen los plegamientos de la cuarcita formando charnelas. Precisamente el desplome de algunos estratos inferiores ha permitido formar refugios y cavidades naturales en las rocas, siendo la más amplia la cueva del gitano. 
    Sobre otros aspectos, el lugar es un buen sitio para fotografiar aves amantes del territorio rocoso -mientras el GP miraba pedruscos otra gente estaba con sus objetivos registrando la ladera-. No olvidemos, por otra parte, que el centro de recuperación de aves se encuentra bastante cerca de la cima y que puede ser visitado, aunque no sabemos bajo qué condiciones (mi primo Carlos me las ha explicado alguna vez, pero no recuerdo ahora).  
Sedimentaciones marinas visibles en esta pared de cuarcita, junto a la ermita. Arriba, corte  transversal de los estratos y abajo siguiendo el plano de estratificación.
 Más ripple marks.

2 comentários:

  1. simplemente llamar antes para concertar cita para la visita :P

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  2. Gracias por la sencilla información, primo. Yo pensaba que había que ir en grupos o algo así...

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