Gran bolo granítico (Los Barruecos) |
Pinturas rupestres sobre taffonis (Los Barruecos) |
Las rocas
graníticas se definen como intrusiones del magma sobre la corteza terrestre. A
diferencia de las eruptivas, emergen de forma lenta y continua, de tal forma
que al llegar a la superficie están ya enfriadas y cristalizadas. Después la
erosión del terreno las hace destacar por encima de otros suelos y rocas más débiles,
creando los típicos berrocales graníticos, como en el área de Malpartida: sobre
la penillanura destacan grandes bolos graníticos con sus formas caprichosas, a veces de gran
hermosura. Los procesos de meteorización química acaban provocando en estas rocas
efectos peculiares: taffonis, piedras caballeras, rugosidades, mesas… Una
amplia representación de estas formas la encontramos sin duda en Los Barruecos
de Malpartida de Cáceres, pero no es el único lugar donde podemos encontrarlos.
TIPOLOGÍA: Hacia el oeste, nos adentramos en
los granitos del batolito de Cabeza de
Araya, caracterizado por un granito porfídico biotítico. Este es fácil de
reconocer por la presencia de grandes cristales de feldespato de color blanco
que destacan sobre el resto de la masa de la roca y la presencia de la mica
negra biotita. En algunos lugares viene acompañado de minerales como pirita, turmalina o cordierita, y está
atravesado en muchos lugares por filones de cuarzo, calcedonia, y fosfatos, así
como otras rocas filonarias típicas del entorno granítico: aplita, pegmatitas, enclaves de cornubianita y
filones de diabasas. Si nos adentramos hacia Malpartida, el granito se hace más
fino y aplítico y cuenta con más moscovita, pero a lo largo de este batolito
(se extiende hasta casi Portugal), hay multitud de variantes de la roca.
Especial interés lo constituyen los granitos muy ricos en cordierita en la zona
de la rivera de Araya, en su desembocadura en el Tajo. Allí es un lugar
estupendo para observar procesos de metamorfismo de contacto con las pizarras
colindantes. Por último, el batolito de Araya
está atravesado por la falla Alentejo-Plasencia, provocando resaltes
topográficos sobre el terreno, acompañando a un dique de diabasas del que ya
hemos hablado.
En las cercanías
de Cáceres nos encontramos con otros dos enclaves graníticos de interés. El
primero está en el lado Sureste de la Sierra de la Mosca, en la llanura que se
extiende a los pies del cerro del Milano y del Risco y que es atravesado por la
carretera de Miajadas. Son granitos clorítico-biotíticos de tonos grisáceos,
bastante arenizados, sometidos a una
fuerte tectónica y que no provocan grandes resaltes en el terreno. En contraste
son suelos muy arenosos que contrastan mucho con el entorno arcilloso dominante.
Presentan enclaves de cuarzo filonario y un pequeño dique de diabasas también
muy alteradas. El otro lugar de interés lo representa la pequeña intrusión
granítica del Trasquilón, muy interesante porque cuenta sobre el terreno un
enclave de pegmatitas ricas en ambligonita, turquesa y casiterita, que permitió
la explotación del estaño hace unas décadas. Los granitos que podemos encontrar
aquí presentan diversas tonalidades, a veces verdosas, provocadas por la
turquesa y los fosfatos que acompañan al cuarzo. Más hacia el este se levantan
otros batolitos de interés: como el de Albalá (visible ya en el embalse de
Valdesalor) o el de Trujillo, presentando formas similares al de Araya.
USOS: El granito es una roca usada por los romanos con cierta reluctancia, dado
su
preferencia por el mármol, pero que en circunstancias como la cacereña se
hacían completamente necesarias. Los sillares graníticos que aparecen en la
base de algunas torres medievales de la ciudad (la torre del horno, por
ejemplo) son todavía reconocibles y su procedencia es romana. Tras la
reconquista en el siglo XIII, el granito se convirtió en la roca noble por
excelencia de la ciudad, y también muy cara por el coste que implicaba su
extracción y corte. Es por eso que el uso del granito se limitaba a
determinadas iglesias y a nivel particular a portadas típicamente adoveladas de
la ciudad (siglos XV-XVI), a los emblemas nobiliarios o a las esquinas de las
casas. Para disimular la pobreza de medios, los muros de palacios y conventos
(construidos con cuarcita) eran recubiertos con cal blanca, dejando solo
visibles los sillares del granito (algo que se ha destruido hoy en día, pero
que nos ilustraría cómo era en realidad la parte antigua de la ciudad). Si
quieren saber qué casa noble era la más rica, solo tienen que percibir el uso
del granito en sus casas. Esta hegemonía ornamental del granito se mantendría
mucho tiempo en Cáceres.
Tumba antropomorfa en granito (Los Barruecos) |
En la segunda
mitad del siglo XX y cuando la minería empieza a desaparecer de la región
estalla un boom explotador del granito usado como piedra ornamental y de
construcción. Extremadura se convierte en la segunda comunidad exportadora de
granito de España después de Galicia. En nuestros alrededores se pueden
observar canteras en Malpartida y Casar, algunas abandonadas y otras en activo.
Los granitos de la zona recibieron dos nombres comerciales: “Blanco Cáceres” y “Blanco Malpartida”. Por
lo general, son leucogranitos (es decir, granitos claros) de dos micas. El “Blanco Extremadura”, ya en las cercanías
del Tajo, tiene además bastante cordierita/pinita. A pesar de la crisis actual
y la limitación de la construcción, el granito es una riqueza natural que sigue
ahí y del que disponemos reservas considerables en diferentes puntos de la
provincia de Cáceres.
LUGARES DE INTERÉS: Hay gran número de puntos de interés geológico en nuestros alrededores que tienen a esta roca como protagonista. Indudablemente, el lugar más destacado para observar
formas graníticas son los Barruecos de Malpartida. Si queremos analizar su
paragénesis y minerales asociados, lo mejor será acercarnos a las zanjas de la
carretera (cercanías de la autovía) o el tren (dirección Plasencia). Cuanto
estemos más al borde del batolito tendremos la posibilidad de contemplar
granitos más peculiares y modificados. Si deseamos conocer las formas
comerciales del granito más cercanas a la ciudad, las canteras del “Ovni” (zona
de Casar de Cáceres) y “La Vendimia” (en la carretera de Malpartida) ofrecen
granitos sumamente homogéneos y masivos. Pero también hay formaciones cerca de
Cáceres muy interesantes en el berrocal de la carretera de Arroyo-Navas del
Madroño; en las inmediaciones del pantano de Valdesalor o en el arroyo Villoluengo, donde las fallas y la fracturación de la
roca han provocado saltos de agua y formas típicas como la aparición de
marmitas y grutas en el lecho del riachuelo. También aparecen espectaculares marmitas en el río Tozo a su paso por un dique granítico, y también otras formas menos desarrolladas en el Salor. Por último, a nivel petrológico,
es interesante como decíamos antes el enclave de Rivera de Araya, cuando
alcanza la cola del embalse, a la altura del puente de la carretera a
Garrovillas.
Hola! que interesante tu articulo d elos Granitos. Yo vivo en la zona del Valle del Ambroz, que ,como ya sabras,todo el subsuelo es de tipo granítico. Sabes que tipo de Granito es el de esta zona?
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