quarta-feira, 30 de dezembro de 2009

GARCILLAS EN LA CIUDAD

Las garcillas posando tranquilamente en mitad de la rotonda.
Interesante foto de la garcilla bueyera con fugaces coches por detrás.

La pareja de garcillas bueyeras buscando bichos entre la hierba.
Acostumbrábamos a ver las garcillas bueyeras en mitad del campo, cercanas al ganado o en charcas, pero no en mitad de la rotonda más concurrida de toda la ciudad. Otra señal más que numerosos animales tienden a aceptar cada vez más la proximidad del hombre. Curiosamente, las garcillas ni se inmutaban con los coches o el ruido de las motos, pero seguían sigilosamente cada movimiento que hacía con mi cámara en las alturas del puente elevado. No dudaban en alzar el vuelo en cuanto se sentían observadas. Pero al final, un poco de paciencia mereció la pena.
En las fotos, nos encontramos a nuestras amigas las garcillas con su plumaje de invierno: patas negruzcas y pico amarillento. En la época de celo, tanto el pico como las patas tienden a enrojecerse. Hay que estar guapos para el noble acto de la procreación! A diferencia de otras especies, podemos verla prácticamente durante todo el año, aunque ahora son bastante más visibles, atravesando los cielos de la ciudad en grandes bandadas.

terça-feira, 29 de dezembro de 2009

DRUSAS EN EL CERRO DE LA BUTRERA



Entre los pequeños hallazgos geológicos de estos últimos meses destacan estas drusas cubiertas de cristales de cuarzo que aparecen con frecuencia en los estratos cuarcíticos más antiguos del sinclinal paleozoico cacereño. Estas en concreto pertenecen al cerro de la Butrera, pero se pueden encontrar casi en cualquier lugar que corresponda con los estratos geológicos mencionados.

Las drusas son cavidades formadas en las rocas, habitualmente aplanadas y que han sido recubiertas de cristales que habitualmente están compuestos químicamente de la misma roca de partida. Si nos damos cuenta en las fotos, la forma de estas drusas es rectangular, frente a las más conocidas geodas, de origen frecuentemente volcánico y forma más esférica. El origen de las drusas suelen ser zonas con gases o con movimientos de minerales que ocasionaron cavidades en el momento de formación de la roca, aunque esta formación, nuevamente es más propia de las rocas volcánicas.


Esta drusa en concreto tiene más de siete centímetros de profundidad. Tiempo me costó en casa limpiarla y quitar toda la arcilla que tenía dentro...

domingo, 27 de dezembro de 2009

EL TRASQUILÓN... EN INVIERNO.

El trasquilón y los llanos de Valdesalor desde el puerto de las Camellas.

La lluvia nos ha concedido una tregua para poder esparraguear un rato con la bicicleta y perdernos por los senderos de Cáceres. En esta ocasión, la bici me llevó hasta el Trasquilón: con martillo y cámara, ibamos a ver si probábamos suerte en los montículos de la antigua explotación minera. Entretanto, se podía disfrutar de los caminos embarrados, el agua fluyendo por todas partes y las colinas verdes del invierno. Cuesta creer que todo esto se convierte en un yermo polvoriento y reseco durante el verano... Hemos comprobado con alegría que el edificio antiguo está por fin en reformas: un patrimonio histórico que no debe caer en el olvido.

Arroyuelos en el puerto de las Camellas ocasionados por la lluvia. Este es un lugar fantástico después de un día de agua para ejercitarse un rato con la bicicleta siguiendo el rastro de los regatos. Las lluvias fuertes y el uso de quarks y otros trastos semejantes, sin embargo, aceleran la erosión del terreno. Naturalmente uno acaba destrozado y con barro hasta las orejas.

Los asfódelos comienzan su ciclo, como buena parte de los bulbos, en esta época. Todavía les queda sin embargo, unos cuantos meses para florecer. Encontramos a estas interesantes plantas en las partes más soleadas de las dehesas y los prados.

Las lavanderas, pájaros omnipresentes en los llanos y la ciudad durante el invierno. Aquí nos encontramos con un ejemplar macho. Además de las lavanderas, nos encontramos avefrías y también una buena liebre, que obviamente, eran bastante más rápido que nosotros desenfundando la cámara.
Puntas de cuarzo extraídas en la cercanía del edificio del Trasquilón. No son difíciles de encontrar hermosos ejemplares: presentan los cristales más grandes que he podido observar en las cercanías de Cáceres. Además, tienen como característica peculiar el estar muchos de ellos recubiertos de finas capas de apatito o de sílice. Hemos encontrado también cuarzos con intrusiones de turquesa y ambligonita. Habríamos estado vagabundeando más tiempo de no ser por los perrazos que custodiaban el edificio y las ovejas. Qué le vamos a hacer.

sexta-feira, 25 de dezembro de 2009

UNA PAREJA DE TABARDILLAS


Revisando las fotografías del otoño me he encontrado algunos hallazgos no clasificados, entre ellos, las imágenes de estas tabardillas. Aquí vemos a una tabardilla hembra, posando en uno de sus lugares favoritos, los tendidos eléctricos, al sol de la tarde en cerro de la Butrera. Esta especie es bastante nerviosa, moviendo constantemente la cola cuando está en tierra. En la fotografía de abajo, y aunque el pájaro queda más pequeño, vemos un ejemplar macho, bastante más oscuro. El mechón blanco que tienen los dos géneros alrededor del cuello constituyen uno de los elementos que permiten identificarlos mejor.

quarta-feira, 23 de dezembro de 2009

LAS ACROBACIAS DEL CARBONERO


Iba por el parque del Príncipe cuando, estando delante de un chopo, vi cómo caían de cuando en cuando sus frutos sin razón aparente. Después de buscar un rato, pude ver al causante del pequeño estropicio: un pequeño pájaro estaba haciendo acrobacias entre las ramas en busca de comida, el carbonero común. Esta era la primera vez que veía a esta especie desde hacia bastante tiempo, y siempre es buena señal. Estos son unos pajarillos a los que tenemos que estar bastante agradecidos, por las comilonas que se dan de insectos nocivos. No es el único en la familia de los páridos: los herrerillos también hacen su trabajo, aunque el G.P. tiene la desgracia de no saludarles con la cámara desde hace algún tiempo. Resulta curioso que estos pájaros estuviesen a punto de desaparecer de nuestros campos, puesto que era una tapa típica en los bares españoles hasta hace unos años, lo que se llamaba "los pajaritos". La foto no es muy buena: imaginense la lluvia de los últimos días cayendo sobre nuestra desafortunada cabeza, pero algo es algo. Carlos Luengo (en el aprendiz de todo) tiene un vídeo entero del carbonero, con canto y todo.

sexta-feira, 18 de dezembro de 2009

FLORES ANTES DEL FRÍO

Flor de la malva común

Flor del diente de león

Viborera (echium vulgare)
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Aunque no sea corriente encontrarnos estas flores durante esta época del año, cualquier sitio resguardado permite la aparición de estas especies tan comunes en la primavera. En realidad, se tratan de especies de floración bianual, y si el clima y las condiciones lo permiten, florecen también durante este tiempo. Un pequeño regalo de la naturaleza que se esfumará rápidamente con las primeras heladas que van apareciendo a estas alturas del año.

domingo, 13 de dezembro de 2009

LAS CARRERAS DE LAS LAVANDERAS



El invierno también trae a Cáceres viejos conocidos. Estos pajarillos, las lavanderas, seguro que no tienen nada que objetar a las bajas temperaturas que tocan por esta fecha del año. De hecho, esta es la época en la que es más fácil observarlos recorriendo a toda prisa las calles de la ciudad. Durante el verano tan solo hemos visto lavanderas en el norte de Cáceres. Las imágenes que hemos tomado provienen de los alrededores del hotel Quinto Centenario, en los castellanos, pero se pueden encontrar prácticamente por cualquier parque o explanada amplia de la ciudad. Con una cola sumamente larga y moviendo hacia delante y hacia atrás su cabeza cuando corren, estos pájaros son inconfundibles en nuestro marco urbano.

sábado, 12 de dezembro de 2009

AGUA

La torre de la Preciosa Sangre, reflejada en un charco de lluvia. Una imagen rara en el futuro.
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Hace un par de semanas, la administración reconocía que había agua en Cáceres para cinco meses. Ignoro la importancia de las últimas lluvias en nuestra región, pero son insuficientes de cualquier forma. Y como la lluvia parece que cada vez es un bien más preciado y escaso, salí a la calle para fotografiarla, dejarme empapar por ella, y recordar fantasmas.
Extremadura está en la línea de fuego del cambio climático. Aunque no lo parezca, nuestra región disfruta de un contacto único de clima mediterráneo y continental, matizado también por su cercanía al atlántico, que aporta mayor humedad que en otras zonas de la Iberia seca. Esa combinación es lo que permite la importancia de especies como el alcornoque y de ecosistemas como las dehesas, por no hablar de las zonas más húmedas que suponen los relieves montañosos. Me echo a temblar cada vez que pienso en lo que puede suponer para este frágil equilibrio un 20% menos de lluvia y dos grados más de temperatura. Habrá que cambiar el nombre de la región y llamarla "Estepadura".

quarta-feira, 9 de dezembro de 2009

EL ENCANTO DE LO PEQUEÑO

Fila de negrillos (olmos) en la calle Ruta de la Plata. Sus cortezas reservarían al G.P. más de una sorpresa. Aunque en la foto no se pueda apreciar, muchos están atacados en mayor o menor medida por la grafidiosis, causada por el hongo ceratocystis ulmi.

Parte de la corteza del negrillo orientada hacia el Noroeste, parte usualmente más húmeda y donde fructifican con fuerza líquenes, musgos y otras plantas parásitas del árbol.


De pequeño me imaginaba bosques inhóspitos con solo mirar el musgo en las cortezas de un negrillo, un paraíso en pequeño. Ojalá no pierda nunca los ojos del niño.
Las varillas que despuntan de la alfombra verde constituyen el lugar donde se liberan las esporas, con el contacto de una simple gota de lluvia.

Líquenes en el esplendor de la temporada otoñal. Orientados hacia el norte y en plena ciudad, dan testimonio que nuestra atmósfera no está tan degradada. Extremadamente resistentes a largas temporadas de sequía, la contaminación atmosférica acaba con la materia orgánica que constituye su alimento y tienden en consecuencia a desaparecer. Los pequeños círculos del interior del líquen constituye lo que se denomina apotecios, donde se desarrollan las esporas que permiten la reproducción de estos hongos.

Una planta fácil de ver en cortezas de árboles y muros: el ombligo de Venus, planta por la que el G.P. siente especial devoción.

terça-feira, 8 de dezembro de 2009

LA CIUDAD DE LAS MIL CUARCITAS

Un paseo por la parte vieja de la ciudad revela multitud de sorpresas para el geólogo observador. Teniendo como material fundamental de construcción las cuarcitas, visitar la parte antigua es casi como asistir a un museo de arte abstracto sustituyendo el lienzo por las superficies lisas de las cuarcitas. Las texturas son tan diversas -a veces espectaculares- que me llevó horas recorrer unas cuantas calles observando con alegría cada pedrusco. Quizás los turistas dedicados a mirar a lo grande no entendían qué hacía un pobre hombre encorvado a cada instante sobre los muros y echando fotos a las piedras.
En las imágenes podemos observar cuarcitas con impurezas de óxidos de hierro, que producen coloraciones rojas y amarillas, así como también muchas formaciones dentríticas, muy comunes en la cuarcita cacereña. Esos óxidos de hierro conducen en ocasiones a encontrarnos finas capas de goethita y oligisto con sus típicas formaciones grumosas en la superficie de estas rocas. De la misma forma, no es raro encontrarnos con cuarcitas más rugosas, como en la de una de las imágenes, que corresponden a restos fósiles.
El hecho de que hoy en día podamos disfrutar de estas piedras se debe en buena medida a los azares de la historia. Los moradores de la ciudad de Cáceres no podían costearse una casa construida de cantería en granito, y se veían obligados a trabajar con materiales más burdos y baratos, que después revestían de mortero y cal para que se evitaran a la vista. El cambio en el gusto estético en días más próximos haría que nuestra ciudad perdiera ese revestimiento y quedaran estos pedruscos al desnudo y a la vista de los ojos agudos.






domingo, 6 de dezembro de 2009

CUANDO REFRESCA...

Era una de estas tardes desapacibles del final del otoño: luz escasa, cielo encapotado, cuellos de cazadoras y abrigos subidos, aire que entra por todas partes, y unos pobres animalillos que tienen que permanecer a la intemperie todo el invierno. Naturalmente, ellos están mejor preparados que nosotros contra las inclemencias, pero no desearía ser cigueña en los días de viento.
Escena típica de los días invernales en toda Europa desde la época de Brueghel el viejo: bandadas de grajos y córvidos sobrevolando el cielo de la ciudad.

"Por San Blas, las cigueñas verás": un refrán puesto en entredicho. Cigueña en la torre de la Preciosa Sangre. A pesar de lo mal que lo parece estar pasando, el caso cierto es que cada vez un número mayor de cigueñas pasan el invierno entero en nuestra región. Hay quien achaca esto al cambio climático, mientras que otros lo explican por la mayor abundancia de comida en los vertederos, lugares donde se reúnen en gran número durante estas fechas.

El frío llega también a los que están en el suelo. Nuestra pequeña cogujada -posiblemente un ejemplar joven- ahueca sus plumas en un intento de preservarse del frío. Esta imagen está tomada en los aparcamientos de un supermercado, al lado de la vía de la Plata.

Esta paloma turca tampoco lo tiene que estar pasando muy bien bajo la lluvia. Esta especie ha experimentado una expansión geográfica enorme en los últimos años, hasta el punto que ya casi se puede considerar autóctona, cuando originariamente proviene de Asia.
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Cada uno se protege de la lluvia como puede. En este caso, nuestro mirlo busca refugio debajo de un arbusto en el parque de Cánovas. Precisamente la lluvia nos permitía acercarnos a él de forma insospechada. Tal vez el agua le cause más estorbo que el propio ser humano.

sexta-feira, 4 de dezembro de 2009

LA COMIDA DE LOS JILGUEROS


En esta imagen se ven hasta cinco jilgueros, a pesar de la oscuridad reinante: eran ya las cinco de la tarde en Villanueva y cuando el paseo tocaba a su fin, me encontré con estos simpáticos pájaros.

Otoño es una estación generosa para los pájaros que se alimentan de granos. Nuestros amigos los jilgueros se encuentran entre estos afortunados: es muy fácil verles revolotear en bandadas alrededor de campos con frutos del verano, ya sean domésticos o silvestres. Uno de sus favoritos son las semillas del cardo borriquero, hasta el punto que estos cardales se convierten en lugares fantásticos para observar a estos pajarillos tan vivos.

El jilguero es uno de los pájaros más frecuentes de nuestros campos y parques y especialmente, como ya hemos comentado, en estas fechas de otoño. Prácticamente es imposible confundirlos con ninguna otra especie: ninguno tiene semejante mezcla de colores a nuestros alrededores. Estas fotos fueron tomadas lejos de nuestra base de operaciones: el G.P. las consiguió en uno de sus vagabundeos por las inmediaciones de Villanueva de la Serena.
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Una de las comidas favoritas del artista invitado: su agilidad tiene que enfrentarle contra las púas del cardo para poder hacerse con las pipas que se guardan en su interior.

sábado, 28 de novembro de 2009

LA BELLEZA EN LAS COSAS PEQUEÑAS.

Una alfombra blanca sobre el parque del Príncipe: un lugar para encontrar formas prodigiosas del agua, si tenemos ojos de saltamontes.

Este es el primer día del otoño verdaderamente fresco (6 grados de temperatura), en el que por fin se hace obligatorio descolgar un abrigo del perchero para salir a dar un paseo sin que te coma la humedad. Y rozando ya diciembre... Después de unas ligeras lluvias los días anteriores (en el peor noviembre hídrico desde 1979), las nieblas ocuparon su lugar y se instalaron sobre la ciudad.
A falta de lluvias, al campo solo le queda un abundante rocío que deja el campo con su típico color blanquecino y las gotas que caen de los árboles. El rocío cumple con la función durante el invierno de mantener cierta humedad en el suelo, y también te deja los zapatos completamente empapados y los pies fríos cuando hay un sol radiante a tus espaldas. Este es sin embargo un buen momento para centrarse en las formas del agua, todavía no escarchada, sobre la hierba, creando pequeños universos llenos de belleza. Para conseguir el placer de las cosas pequeñas y diminutas tenemos que mirar a nuestro alrededor con ojos penetrantes, como se diría antiguamente...

.Una planta de la familia de las compuestas, con su flor cerrada, cubierta por el rocío matutino.

Multitud de gotitas cubren toda la superficie de la hoja de esta malva.

Formas caprichosas del rocío sobre las gramíneas. Aunque sea menos evidente, la reducción de los días de rocío por el calentamiento global también tiene pésimas consecuencias sobre el campo.

Sol helado detrás de las ramas ya casi desnudas de un algarrobo. Nótese las espinas de tres púas, las vainas de frutos y las hojas en la típica forma de las leguminosas.