Las varillas que despuntan de la alfombra verde constituyen el lugar donde se liberan las esporas, con el contacto de una simple gota de lluvia.
Líquenes en el esplendor de la temporada otoñal. Orientados hacia el norte y en plena ciudad, dan testimonio que nuestra atmósfera no está tan degradada. Extremadamente resistentes a largas temporadas de sequía, la contaminación atmosférica acaba con la materia orgánica que constituye su alimento y tienden en consecuencia a desaparecer. Los pequeños círculos del interior del líquen constituye lo que se denomina apotecios, donde se desarrollan las esporas que permiten la reproducción de estos hongos.
Una planta fácil de ver en cortezas de árboles y muros: el ombligo de Venus, planta por la que el G.P. siente especial devoción.
Casi enfrente de mi casa, pasando muchos años por ahí y sin saberlo. El ombligo de venus es una planta muy curiosa.
ResponderEliminarA ver si un día te animas y captas a los tordos de la Plaza de Andalucía, al otro lado de donde has hecho estas fotos. Yo no soy capaz porque son demasiado huidizos.