Cáceres no es terreno rico en
rocas básicas, y la diabasa se convierte así en la única roca básica que
podemos encontrar de forma natural en nuestro entorno. Son rocas de aspecto
pardo o negruzco y pesadas, cuya principal característica es su forma de
erosión en forma de pequeños bolos, sin aristas. Las diabasas están compuestas
fundamentalmente de dos minerales: piroxeno y plagiocasa o feldespato cálcico,
aparte de otros minerales secundarios como pirita, magnetita, olivino o cuarzo,
pero que no son reconocibles en las muestras de mano a simple vista.
USOS: La diabasa se usa como grava. En nuestro entorno, la forma más sencilla de localizarla es en las vías del tren. Allí encontraremos diabasas y rocas gabroides, acompañadas ocasionalmente de caliza. Actualmente hay varias explotaciones de diabasas acompañando a su afloramiento principal en la falla Alentejo-Plasencia.
De forma más indirecta, los
suelos formados por las doleritas o diabasas son más fértiles que los síliceos-pizarrosos,
en la medida en que sus componentes son capaces de retener más la humedad sobre
el terreno; de esta forma la vegetación que se asienta sobre ellos aguanta mejor la entrada del verano y al mismo tiempo presenta una mayor riqueza botánica, al permitir el crecimiento de especies selectivas como algunas especies de orquídeas.
Dique de diabasas en la Cuesta de Araya |
Extensión: localizada, limitada a la
FAP.
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