sexta-feira, 31 de maio de 2013

FANTÁSTICOS CARDOS BORRIQUEROS EN LAS HUERTAS DEL MARCO

      
      Y decimos "fantásticos" para hacer justicia. El GP no entiende como el término "cardo borriquero" se ha considerado desde siempre como insulto y sinónimo de fealdad o inutilidad cuando la realidad es una planta altanera, hermosa y con una flor estupenda. Algo que no es original mío, sino que ya leí del sabio Carlos Luengo en alguna ocasión en su propio blog. Ah, los pinchos y las púas, se nos olvidaba el pequeño pormenor. Pero más allá de ese inconveniente, hasta podemos sopesar que esta planta nos regala virtudes medicinales conocidas desde antiguo para problemas del hígado... Quizás con su otro nombre, "cardo mariano", hacemos algo más de justicia a esta planta.
    El caso es que a principios de mayo estábamos deambulando mi hermana Rosa y yo con los pequeñajos, intentando enseñarles "mundo" en la ribera del Marco, mostrándoles pececillos, buscando cangrejos y sobre todo intentando practicar con piedras lisas el salto de la rana sobre el agua. Viendo que la tarea era inútil y buscando más piedras, nos adentramos en los senderos abiertos recientemente por la zona; fue entonces cuando nos llamó la atención la impresionante cantidad de cardos borriqueros que se levantaban en lo que eran los terrenos de los viejos huertos del Marco. En algunos lugares se hacían impenetrables y tomaban una altura superior a la nuestra. Para Rosa, Sofía y Juan debía ser algo así como la jungla de los pinchos. Parece ser que estos cardos adoran los baldíos y las tierras en barbecho, y si además estas tierras son húmedas y fértiles, es normal que tomen las dimensiones que alcanzan aquí. Ignoramos qué pensarán los diseñadores del sendero natural y si contaban con semejante invasión de cardos dentro de sus planes.
    
    Un auténtico muro de cardos se levantaba en el sendero y limitaba las carreras de los jóvenes exploradores...

Practicando la rana mientras el G.P. se pregunta qué demonios hace una pizarra mosqueada en plena charca del Marco. En cualquier caso, sirvió para hacer una buena "rana".

quinta-feira, 30 de maio de 2013

DE VISITA A... LA MINA "LA PALOMA"

 La amiga Blanca señalando algunas de las galerías horizontales que se abren en la trinchera. Pero no conviene equivocarse: justo delante de ella se abría otro peligroso pozo.

 Vista de algunas de las escombreras. La charca que se ve al lado izquierdo fue usada para el lavado del mineral, según Alfredo Anega, buen conocedor de la zona.

Mineralización típica de la zona: dahlita masiva o palmeada acompañada de cuarzo, a veces de vistosos colores anaranjados, amarillos o verdosos. Entre ambos, minerales de hierro convertidos en limonita. Este ejemplar lo recogimos en una búsqueda de menos de diez minutos.

    Habíamos comentado que la excursión del G.P. con Blanca y Alfredo Anega tuvo como mágico fin de fiesta la visita a la mina de "La Paloma", y era tan intersante que le dedicaríamos una entrada entera. Efectivamente, encontrarnos al caer la tarde con unas fenomenales escombreras rebosantes de geodas de cuarzo y otros minerales nos hizo perder el aliento. Y sí, un simple basurero para mis compañeros de viaje se convertían para el GP en un paraíso desconocido y atractivo que sin duda implicará más viajes a la zona para el verano. 
galena recogida en "La paloma".
       Después de investigar un poco, descubrimos que la mina "La Paloma" fue una explotación de fosforita, pero que poco tiene que ver con los yacimientos más familiares para los cacereños de la capital como los de Aldea Moret (el GP tiene que confesar aquí que se encontró con dahlita por todas partes, y fue incapaz de identificarla, para verguenza de uno). Aquí, según pudimos averiguar por las publicaciones de geología, la formación de la fosforita aparece acompañando amplios filones de cuarzo insertados en el batolito de Zarza la Mayor, a diferencia de las estratificaciones de fosfatos presentes en los materiales del sinclinal de Cáceres (especialmente calizas, pero no solo ellas). Pero lo más interesante, sin duda, corresponde con las muy diferentes mineralizaciones que encontramos en todo el filón de cuarzo. La paragénesis incluye sulfuros de zinz, plomo, hierro y cobre (es fácil encontrarse cuarzos con indicios de pirita, calcopirita, esfalerita y galena sin buscar mucho) y en las abundantes geodas de la zona se pueden encontrar diminutas cristalizaciones de minerales mucho más raros y cuyos nombres un pobre servidor desconoce por completo (cacoxenita y otros muchos: queda tanto por aprender...). Acompañando a todo esto, las mineralizaciones de dahlita, apatito y cuarzo son bastante comunes y lo suficientemente atractivas para que se hayan intentado hacer cabujones y explotarlos como piedras semipreciosas. No es de extrañar que ante semejantes maravillas, el ganador de las Olimpiadas de geología a nivel  del 2013 sea un chico de Zarza la Mayor. 
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Bujío de los alrededores.
        El lugar sería excepcional si no fuera por su cierta peligrosidad. La mina está situada a pocos kilómetros de Zarza la Mayor, sobre lo alto de una colina desarbolada y consiste fundamentalmente en una gran trinchera en dirección norte-sur que sigue los filones de cuarzo y que contaba con profundas galerías para explotar el fosfato convenientemente. Si hace algún tiempo toda esa zona estaba cercada, conviene advertir que ahora está completamente abierta, y que en las trincheras de la explotación las profundas galerías están sin señalizar (y dan miedo de solo mirarlas). Por lo tanto, es bastante aconsejable visitar el lugar con extremo cuidado o con alguien que conozca bien la zona -el GP lo hizo con el señor Alfredo, para suerte nuestra-. Afortunadamente, las escombreras no revisten esa peligrosidad, excepto por los animales desagradables que puedan aparecer bajo las piedras en los meses del verano: en zonas arenosas los alacranes pueden llegar a ser una plaga. El pasto abundante en la primavera y la presencia de ganado debe avisarnos de la presencia de garrapatas que se pueden adherir a nuestra ropa sin darnos cuenta, como nos percatamos en el viaje de vuelta... Unos engorrosos visitantes que de cualquier forma pueden aparecer en toda salida al campo, independientemente si vamos a buscar pedruscos o no.  
 
Una de las pozas que se abren sin previo aviso para el visitante y cuyos bordes se encuentran rodeados de vegetación. El G.P. se la habría comido de haber ido él solo.
vista de la trinchera, sobre la que se asentaba el filón de cuarzo encajado en las rocas graníticas de la zona.

sábado, 18 de maio de 2013

ORCHIS CHAMPAGNEUXII EN EL CERRO OTERO

    Este es un post algo anticuado ya: se remonta a principios de abril, pero la avalancha de salidas camperas hizo que esto lo fuéramos dejando y dejando... hasta pensar que podríamos esperar a otra primavera para mostrarlo. Pero de alguna manera el G.P. se ha resistido a la idea, cuando se ha percatado de la singularidad de las orquídeas. Quizás no hayamos buscado con demasiado encono o hayamos dado demasiados palos de ciego por otras partes de la ciudad, pero la ladera norte del cerro Otero ha sido este año un buen descubrimiento primaveral, desde la perspectiva de setas, flores y rocas.
     Si pocos días antes nos encontramos con las Orphys en las laderas más bajas, esta vez veíamos esta otra orquídea en lo más alto del cerro. Y lo peculiar de la historia es que no encontramos ninguna más laderas abajo, ni en ningún otro lugar de la sierra de Aguas Vivas. Tan solo unos pocos ejemplares se acercaban al sendero y nos mostraban sus generosas flores.  En este caso, una Orchiis Champagneuxii, un ejemplar que según el proyecto orquídea está bastante bien distribuida por la región, especialmente en Badajoz. Este ejemplar lo podemos encontrar sobre todo tipo de suelos y suele conformar poblaciones bastante numerosas, aunque nosotros no podamos decir lo mismo de los pocos ejemplares que encontramos en el Cerro Otero.


El linde del camino donde nos encontramos con estas hermosas orquídeas: lado norte de la sierra de Aguas Vivas, con un suelo arcilloso síliceo y con vegetación arbustiva mediterránea.

domingo, 5 de maio de 2013

PRIMAVERA EN LA DEHESA DE SIERRA DE FUENTES.



Nadie se puede resistir a la tentación de fotografiar estos prados en flor. Da igual que los hayas visto veinte primaveras más, o que tengas cien fotos sobre ello. El espectáculo es único. La combinación de viboreras, margaritas y alguna compuesta más es mágica...

Ranúnculos en las charcas. Por cierto que esta aparecía poblada de alevines. 

sábado, 4 de maio de 2013

DE VISITA AL... RÍO ERJAS (TAJO INTERNACIONAL)



 El río Eljas desde el puente de Segura. Una magnífica línea divisoria entre los dos países hermanados en este paisaje.

El río Eljas en un estrechamiento de su cauce, desde la parte portuguesa. A los pies de Alfredo se levantan tamujares, muy abundantes en esta zona.

Alfredo buscando buitres leonados en la cantera abandonada de Alcántara, un extraño lugar donde el abandono humano ha permitido que la naturaleza retome posiciones. 
      El pasado día 1 de mayo el G.P. tuvo la gran suerte de visitar uno de nuestros mejores parajes naturales de nuestra provincia, el parque del Tajo internacional. Pero lo que realmente hacía única nuestra primera incursión en esa zona era la compañía. Acompañado de Alfredo y Blanca, no se me podía ocurrir mejores guías para la zona. Para quien no lo sepa (aunque algún lector del blog sí lo sabe) Alfredo Anega es uno de los máximos especialistas en el parque (y también uno de sus fundadores) y dejó al G.P. boquiabierto con el conocimiento pormenorizado de la zona. Armado con su equipo, nos permitió observar águilas, buitres leonados y cigüeñas negras como si se tratasen de nuestros vecinos más cercanos, abriendo una ventana indiscreta a sus nidos y posaderos desde la mirilla de su telescopio. No es por nada que Alfredo sea uno de los padres fundadores del parque y de sus principales defensores.  El GP estaba oscilando entre morirse de la envidia por tantas cosas desconocidas para él o de la emoción de los niños pequeños al descubrir un regalo nuevo. Y es que cuando casi sientes las alas de una cigüeña negra en el cañón del Eljas o nos perdemos en los escombros de la mina "La Paloma", buscando minerales de distintos tipos, uno tiene la sensación de estar disfrutando del presente como tiene que ser. Ya se puede estar cayendo el mundo que ese momento se mantendrá en la memoria de uno... que le guste estan cosas, naturalmente.

 Molinos a ambos lados del río Eljas (Salvaterra do Extremo).
 Un uso bastante peculiar de la tradición del azulejo en Portugal.
  La amiga Blanca contemplando cochineras abandonadas en Salvaterra do Extremo.