Cuando las presas se convierten en cazadores...
Con el buen tiempo, nuestras amigas las ranas comunes vuelven a verse surcando cualquier rincón húmedo en los parques y arroyos de Cáceres. Así ocurría la semana pasada en el parque del Príncipe, y a pesar de tener cientos de imágenes de esta especie (a veces me pregunto si no repetiré la misma rana de estación en estación) no me resistía a la tentación primaveral. Unas cuantas ranas quietas a unos pocos centímetros de la cámara se convertían de nuevo en fotografías para el album. Entre ellas, había una que se mostrab excesivamente quieta, sin temor alguno ante el objetivo amenazante. Ignoro si estaría aletargada con el sol de la tarde, pero no cabía duda que debía llevar mucho tiempo allí. Cuando vi las fotos más tranquilamente, me encontraba que la pobre rana, efectivamente, debía estar en un descanso tan plácido que ni siquiera se había percatado que estaba siendo chupada por todos los mosquitos de los alrededores... Un montón de pequeños bultos panzudos y rojos aparecían en el dorso del animal, que aparentemente, yacía indiferente a lo que sucedía por detrás. Menos mal que la pobre saltó en el último momento. Y es ya lo decían, las siestas, cuanto más cortas, mejor. Y más todavía, en compañía de mosquitos.
Hace muchos días que no me pasaba a verte, mientras tanto Juan ya ha cumplido el añito y se me ha pasado felicitarle. Dale un beso de mi parte.
ResponderEliminar¿Anda ya?.
Me pregunto si los mosquitos no estarían librando a la ranita de algún parásito invisible.
Un abrazo.
Vaya con los mosquitos. La pobre, para espantarlos tendría que moverse y eso la delataría. Desde hoy ya no me quejaré tanto cuando oiga zumbar uno por casa. Un saludo.
ResponderEliminarThank you very much, Juan says... Está empezando a andar, para delirio y cansancio del padre (y esa es una de las razones de que tenga esto más abandonado... a todo no puede hacerse).
ResponderEliminarY de la rana y los mosquitos, te puedo asegurar, por la panza que tenían, que de comer parásitos, más bien poco...
Un saludo Valentín!
A saber lo que la rana estaría pensando!! Creo que puede ser como bien dices, ese mecanismo de defensa, no se me había ocurrido.
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita!
Vaya con los mosquitos. Yo pensaba que sólo nos picaban a los humanos de sangre dulce, jejeje
ResponderEliminarQuizá sea el pago que les den para luego zampárselas sin remordimientos. Es curioso, la verdad.
Un saludo
Muy agudo el comentario, Carlos. No había caído yo que aquí el cazador se convertía en cazado!!
ResponderEliminarQué buenas fotos! Qué bueno volver! Qué bueno leerte! Sin hacerlo no hubiera imaginado que esos bultitos eran picaduras POBRE RANA. Aparenta posar para tu lente, y su salto posterior lo confirma. Extrañaba los retratos cacerianos Angelín!!!! ¿Cómo sigue Don Juanín?
ResponderEliminarEl pequeño Juan está dando guerra, y cada vez mas... Pronto correrá los cien metros y ese día me quedaré sin salud definitivamente...
ResponderEliminarUn saludo, Azul, y gracias por tenerte aquí otra vez!