quarta-feira, 2 de março de 2011

PEDRUSCOS EN UNA EXPOSICIÓN

Una vista general del laboratorio de químicas convertido en un pequeño museo de geología.

Una de las joyas de la colección del G.P.: una aguamarina del Brasil, comprada en Salvador de Bahía en su luna de miel.

 La sección de minerales de Cáceres, con pirofilitas, amalgatolitas, fosforitas, cuarzos y publicaciones del tema al fondo.

Un volcán construido por los chavales de 1º de la E.S.O., y rodeado, lógicamente, de rocas volcánicas.
         
     En las últimas semanas el G.P. ha andado bastante liado desfaziendo entuertos aquí y allá. El principal de ellos, una exposición que ha desarrollado en el colegio donde trabaja, y que va desde libros antiguos hasta una breve historia de la geología a través de una cantidad de pedruscos que me parecía infinita. La colección de pedruscos tenía varios apartados: rocas, minerales, fósiles y un apartado especial destinado a los minerales de la comarca de Cáceres, uno de los cometidos fundamentales de nuestro blog. Aunque las imperfecciones han sido muchas, esperemos que el esfuerzo haya valido para que un puñado de chavales sienta algo más que mera indiferencia ante las maravillas que nos ofrece la tierra.
    El trabajo no ha sido pequeño para todos los que hemos estado metidos en el desaguisado, aunque por fin lo tuvimos listo para el pasado 18 de febrero. Fruto de estos jaleos, el G.P. salió al campo ese fin de semana para descansar, se pilló un resfriado de aúpa y ahora toda su familia se resiente del mismo hasta el día de hoy. Por eso el tiempo para publicar e indagar en esta incipiente primavera que se avecina ha sido casi nulo. Y lo que es peor, no vemos el fin a esta cadena de imfortunios, oh desgracia. Quiera la diosa Gea aliviar el destino de este pobre vástago mortal en las próximas calendas...
  
El G.P., con cara de pachucho, posando en la exposición. 

Algunos ejemplares más grandes de calcita, dahlita, drusas de cuarzo y pirofilita, en una de las mesas.

Una vértebra de ballena (suponemos) que encontramos por casualidad en el laboratorio y que añadimos a la exposición.

3 comentários:

  1. La vértebra esa, según me contaron hace muchos años (me asusta el pensar cuántos exactamente) es de ballena, y la trajo el padre de una alumna interna que era pescador de Santander o Bilbao, no recuerdo el sitio concreto.

    A ver si te recuperas pronto y podemos hacer esa salida.

    Un abrazo!!!

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  2. Seguro que algo se les queda a los chavales. A los adolescentes de ahora (y de antes) les oigo hablar mucho de piedras y chinas... jejeje

    Un saludo y excelente trabajo Angel

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  3. Qué curioso, no sabíamos lo de la ballena... Y ahora que entra la primavera esperemos que tengamos tiempo para esa esperada salida.

    Por cierto Carlos que a los chavalillos de 10 o de 11 años les encantó. A los que yo les daba clase, las únicas que les interesan son las chinas de las que hablas...

    Saludos!

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