segunda-feira, 28 de maio de 2012

SETAS DE CHOPO EN EL PARQUE DEL PRÍNCIPE


Setas de chopo en plena floración del árbol, como muestran las pelusas que las rodean por todas partes.
 
  Las lluvias de mayo dieron la posibilidad para algunas especies de setas de hacer un segundo otoño, y resurgir en sus lugares tradicionales. Un ejemplo de ello lo tenemos en los champiñones amarillentos y sobre todo, en las setas de chopo (Agrocybe Aegerita). Esta es una de las pocas especies típicas que podemos encontrar con bastante abundancia durante la primavera y que permiten la salida a las choperas y riberas con el expreso fin de ser recogidas. Como aquí en Cáceres apenas hay choperas o vegetación de ribera -a excepción de unos pocos lugares del Marco-, nos contentamos con los chopos del parque del Príncipe, que tienen en abundacia a esta hermosa seta a sus pies (especialmente en los chopos del tipo Populus nigra, dominante en el parque). Aunque no se da con la profusión del otoño, es fácil encontrarse con más de cinco o seis setas por árbol: aquí ya las hemos fotografiado en estado avanzado, con la copa agrietada y mostrando sus características manchas oscuras (de joven, esa piel oscura recubre por completo la copa). Aunque ya no son aptas para el consumo cuando están tan maduras, siguen desprendiendo ese delicioso olor harinoso que las caracteriza.
El lugar donde las hemos observado. Juan ya estaba inquieto en su carro, esperando irse a los columpios.

terça-feira, 22 de maio de 2012

YESOS EN LA WARNER



       El G.P. está bastante ocupado este mes con exámenes, trabajos y excursiones para atender debidamente sus aficiones geológicas. Y sin embargo, intentamos aprovechar cualquier resquicio en la agenda para contemplar las maravillas de Gea, presentes en cualquier parte. En este caso, lo constituyó la visita anual casi obligatoria al parque de la Warner, una delicia para los alumnos adolescentes y un aburrimiento desmedido para muchos de los profesores que acompañan las excursiones. Quien tenga la ocasión de visitar el parque temático, podrá ver en sus alrededores fabulosas formaciones de yeso, margas y evaporitas. Estas constituyen un paisaje casi desértico donde los estratos  horizontales de las rocas más consistentes quedan al descubierto, mientras las arenas forman abruptas pendientes grises. Geológicamente pertenecen a los terrenos típicos del sur de la comunidad de Madrid, vinculados con la cuenca sedimentaria del Tajo, y formados en la edad Terciaria.
  
     El tamaño de las formaciones de yeso es tan considerables que los de la Warner no han dudado en utilizarlas como grandes pedruscos que sirven de ornamento para los restaurantes y terrazas del parque temático. Hace un par de años tuvimos la ocasión de hacernos con un pequeño ejemplar que es el que fotografiamos más abajo, y en el que se observa la típica disposición laminar de este mineral. El yeso en realidad es un mineral bastante frecuente en muchas zonas de la geografía española, aunque prácticamente ausente de nuestra comunidad extremeña, lo que explica la alegría del GP por encontrarse con estos especímenes al menos una vez al año...   

terça-feira, 15 de maio de 2012

TOBAS CALIZAS FOSILÍFERAS EN LOS MUROS DE FUENTE FRÍA

 
Los bloques de color pardo, que se distinguen perfectamente de la superficie lisa de la cuarcita dominante, son las tobas calizas de marras de las que hablamos.
Material calcáreo frente a la cuarcita en la que se apoya mi móvil prehistórico.


      Durante mucho tiempo el G.P. ha andado buscando fósiles a lo largo de la ribera del Marco. Las noticias de estos yacimientos se remontan a tres años. Juan Gil Montes hablaba entonces en un artículo de prensa de la presencia de fósiles de plantas acuáticas asociadas a la formación de tobas calizas en el cauce del Marco. Después dejaría constancia de este tema en un excelente trabajo de su blog Estudios de geoarqueología de Extremadura junto al estudio de otras maravillas arqueológicas abandonadas por completo y sometidas a un preocupante deterioro ambiental. El caso es que el GP le dedicó bastante tiempo al asunto hasta suponer que tal yacimiento caería en una finca privada o en una parte del cauce impracticable y dejó de preocuparse en el asunto... hasta que hace unos pocos días, buscando piedras para tirar al agua en Fuentefría, Juanito recogió una con una peculiar forma, que nada tenía que ver con las cuarcitas y pizarras típicas de la zona. Mirándola con atención, el GP creyó ver un resto de material de construcción o algo similar, hasta que cayó en las referencias del profesor Juan Gil. ¡Albricias, aquí están las tobas! Resultó ser que estas tobas forman parte de los materiales del muro que marca el cauce del Marco en Fuentefría. No son muchos bloques, pero los suficientes para observar con total detalle sus restos fósiles y cavidades. Naturalmente, se ven y se tocan, pero no se pueden llevar en el bolsillo. Con toda probabilidad habrá más piezas sueltas por los alrededores, removidos por la demolición parcial del muro: Juan sin intentar buscar encontró dos. Una la devolvió al cauce del Marco -como otras muchas piedras: si sigue así acabará construyendo una presa- mientras que la otra la recuperé yo y aquí la exponemos.  

Aquí se aprecian perfectamente los orificios dejados por los tallos de las plantas. El molde es tan sutil que permite observar rugosidades y el carácter hebroso de estos tallos.

        El origen de estas tobas calizas es muy reciente -no creemos que pase del Cuaternario-  y no tiene nada que ver con las calizas paleozoicas del núcleo del sinclinal, excepto que una es origen de la otra. Estas tobas calizas son resultado de la deposición del carbonato cálcico que lleva disuelto el agua del Marco precisamente por provenir del núcleo calizo del sinclinal. A lo largo del cuaternario, el carbonato cálcico presente en el agua se iría depositando sobre los tallos de las plantas que crecían en las márgenes y el interior del río: cuando estas morían desaparecía el vegetal, pero el carbonato cálcico había hecho ya un molde perfecto y se mantenía firme. Esto explica el carácter extremadamente poroso de estos pedruscos y el moldeado perfecto que aparece en ellos de estas antiguas plantas. Ocasionalmente veíamos restos de carbón, originario precisamente de estos tallos y plantas que se mineralizaron y no llegaron a desaparecer del todo. 
      En cualquier caso, la presencia de estas tobas es muestra de la importancia del caudal del Marco durante toda la prehistoria, su vegetación de ribera, y las posibilidades de supervivencia que este ecosistema ofrecía para los antiguos asentamientos humanos del Paleolítico en nuestra comarca. Por todo esto, y dada la escasez de estos materiales geológicos en toda la región, las autoridades deberían poner más atención para la gestión responsable de uno de los entornos más degradados y peor atendidos de nuestra ciudad.
      En la emoción del momento el GP hizo un dibujo ilustrativo del proceso y todo. Cutre (queda al original más bonito), pero explicativo al menos de lo sucedido en el Marco hace unos cuantos miles de años.

segunda-feira, 7 de maio de 2012

TREMELLAS EN PIORNAL



      Este fin de semana el G.P. y los suyos han subido a las cumbres de Piornal. Y aunque la visita giraba en torno a cuestiones domésticas de escaso interés aquí, el GP aprovechó para despertarse bien temprano una mañana de domingo y salir del pueblo rumbo a las pozas del Calderón. Hasta allá abajo no llegamos, pero en el camino se topó con estos hongos maravillosos que ahora mostramos.
   La tremela mesentérica (tiene el mismo nombre científico) es un auténtico placer visual, y como el que escribe nunca se había encontrado con este hongo antes, puedo asegurar que estuve un buen rato contemplando dicho hongo desde todas las perspectivas posibles. Su aspecto gelatinoso puede causar cierta repugnancia (basta con no tocarlo para evitar esa sensación) pero su color en mitad del gris invernal atrae las miradas de cualquier curioso y no deja indiferente a nadie. Durante las temporadas secas el hongo se endurece, pero en presencia de más humedad vuelve a recuperarse con facilidad gracias al mucílago -una sustancia vegetal viscosa que contiene en su interior. Como curiosidad el nombre viene del latín (trémulo, temblor), en cuanto que su débil consistencia hace que el viento la pueda mover con gran facilidad.
     Aunque la suegra del G.P. asegura que son bastante habituales en la zona, tan solo encontramos tres ejemplares en nuestra marcha, surgiendo de los troncos podridos de los rebollos de la zona, como puede apreciarse en nuestras fotos (hechas con un móvil, no se puede pedir más a la calidad de la pobre cámara). Naturalmente, que nadie espere encontrar un manjar culinario en esta hermosísima especie. Y ni falta que hace, podríamos concluir.

Invierno piornalego... en plena primavera. Es día 6 de mayo y ni una sola hoja se asoma de los rebollos que coronan la meseta donde se asienta el pueblo de Piornal.

quarta-feira, 2 de maio de 2012

DE VISITA AL... MOLINO DEL GUADILOBA

Las instalaciones del molino. Todavía no hemos encontrado referencias históricas del lugar, pero todo se andará.
Grandes filones de cuarzo atraviesan la pizarra de forma casi simétrica. En el agua se observa esa espuma sospechosa que denota la contaminación que sufre el río.
       
      En estos días el G.P. recibió la genial visita de su amigo Helí, llegado desde tierras salmantinas. Y aunque el amigo reclamaba venir con la condición de asistir a la manifestación del Pimero de mayo, el pobre hombre se encontró que en Cáceres por no tener, no tenemos ni manifestaciones. Pasó la del 29 de abril y ya eran muchas en tan pocos días: demasiada movilización para nuestra sociedad amodorrada. Así que, muy a su pesar de su conciencia social, nos fuimos al campo a desvariar de política, economía y lo que se terciara. El resultado fue una provechosa visita al Almonte y a los riberos del Guadiloba. Entre crítica y crítica al sistema financiero europeo y a la madre que parió a todos los especuladores de la deuda pública, ibamos viendo galápagos, pizarrones y otras cosas curiosas ante las que naturalmente el G.P. se detenía y se olvidaba por un momento del lamentable mundo que nos ha tocado vivir. Así, hasta que nuestros pasos llegaron a un encajamiento del cauce del Guadiloba, donde nos esperaba la maravilla de una gran presa construida en bloques de pizarra junto a un molino abandonado y otras instalaciones perdidas en el paso del tiempo. "Joder, cualquiera dice que esto es Cáceres", decía Heli, un hombre norteño más acostumbrado al agua que nosotros y que se preguntaba de dónde salía tal corriente. Muchos sitios, comentaba el G.P., desde las aguas del Calerizo hasta los orines de los cacereños. En la caída del agua desde la presa, esta producía una sospechosa espuma insana. Nada es perfecto en el mundo.
      Ignoro si aquello era propiedad privada o un coto deportivo de caza. La cerca estaba prácticamente tumbada. En cualquier caso, las cercas en el campo deberían estar fuera de la ley cuando quien las rompe busca tan solo refugiarse en la naturaleza. Alguien puede ser dueño de lo que se cultiva o se produce en un terreno, pero no puede quitarte el derecho de contemplar esa tierra y lo que de ella puede aparecer, sobre todo cuando en un tiempo más o menos lejano otros hombres la trabajaron y dejaron inconscientemente su legado a las siguientes generaciones de hombres.
  

La considerable presa construida con losas de pizarra. El amigo Helí apenas es un pequeño monigote a la izquierda.



Bloques de pizarra caídos. Los pequeños cauces de la penillanura cacereña, habitualmente de escaso caudal, no evitan una fuerte erosión del terreno pizarroso y la aparición de valles sinuosos.