segunda-feira, 30 de junho de 2014

TREGUA PRIMAVERAL: ROCÍO EN LAS VISNAGAS



Las zanahorias y visnagas son muy comunes y sienten predilección por vaguadas y bordes de caminos. En Santa Lucía, había a cientos en sus zonas más húmedas.

 Estos días hemos regresado al cerro Romanos, un lugar que no frecuentábamos desde hacía cuatro años. El que durante el otoño y el invierno sea un lugar frecuentado por cazadores no ayudaba en absoluto a esta visita, y más de una vez en este último invierno, al llegar a Santa Lucía, los petardazos y cazadoras caquis de los cazadores nos guardaban mucho de meternos por el monte de por libre. Así que no nos quedó más remedio que dejarlo para  el verano. 
   Naturalmente, visitarlo en estas fechas tiene sus limitaciones: una sequedad extrema, pocas especies vegetales, escasas flores y por supuesto ninguna seta, salvo los restos de los pisolithus o la esclorodermas del invierno anterior... Aunque sí es fácil cruzarnos con lagartijas, mariposas  y alguna liebre. Incluso si levantamos alguna piedra grande en una zona arenosa y húmeda, nos toparemos con algún alacrán malhumorado.

  Nuestra sorpresa fue grande al ver cómo la última parte de la primavera había tratado bien al monte. La tormenta que cayó sobre Cáceres hace unos pocos días (con 20 litros), se dejó sentir en el suelo. La ausencia de calor y temperaturas primaverales (loados sean los dioses por esta tregua) han permitido, cosa rara, el rocío hasta el mismo final de mes. Sorprendentemente, nuestras botas invernales estaban mojadas en su puntera, como si de un día de invierno se tratase. Una fina capa de gotas de agua, como en abril o mayo, se depositaban sobre las hojas de la zarzamora o la visnaga, abundantes en la vaguada de Santa Lucía. Subiendo ladera arriba, en la zona de umbría, parte de los pastos se mantenían verdes -un tipo de gramínea que el GP desconoce-, y todavía quedaban algunas flores de las plantas primaverales de rocalla, como las digitales. Después de un mes de mayo cálido y más bien seco, se agradece esta tregua antes de que el verano se imponga definitivamente.
 Quien se favorece bien de estas circunstancias son las pocas flores que tenemos de temporada, entre ellas, la visnaga. La vaguada de Santa Lucía estaba cubierta de ellas y se entremezclaban bien con las zarzamoras, mientras estas son relativamente pequeñas. Ambas especies se aseguran humedad y atraen insectos para la polinización.

quarta-feira, 18 de junho de 2014

CAÑANEJAS CACEREÑAS

    Si alguien da un paseo a principios de la primavera por el empinado sendero que sube desde la Ronda Norte hasta el depósito de agua de la Sierrilla, se encontrará con una agradable vista botánica: la presencia, extremadamente abundante, de la cañaneja o férula (Ferula comunis). 
   Estas plantas forman espesos matorrales de color verde oscuro, muy estéticos, que además quedan situados de forma estratégica junto a los muros de piedra que nos acompañan en la subida. A veces da la sensación que algún jardinero anónimo los ha colocado allí con toda la intención del mundo, para alegrar la vista de quienes suben hasta el depósito.   
     Alguien  dijo una vez con cierta guasa que la planta parecía  una zanahoria gigante, y en cierta medida no se equivocaba, la cañaneja pertenece a la familia de las umbelíferas, al igual que las zanahorias, la visnaga o el hinojo, estas últimas plantas bastante comunes en los comienzos del estío. Precisamente por ser umbelíferas, su bulbo les permiten aparecer año tras año, poseer reservas alimenticias y de esta forma aparecer en estas épocas veraniegas, cuando parece que todo el campo se marchita. Sin embargo, la férula es una planta típicamente primaveral, aunque es ahora cuando se hace más visible con sus altos tallos elevándose por encima del resto de la vegetación.

   Como decimos, es en junio cuando podemos contemplar los gigantescos tallos -de más de dos metros de altura- coronado por las vistosas esferas de flores y frutos, con la disposición típica de las umbelíferas. El arbusto puede ser tan singular que destaca a mucha distancia, sobre todo cuando el resto de la vegetación está seca. Naturalmente, esto se convierte en un apetitoso bocado para todo tipo de insectos y es lo que le pasaba a las pocas cañanejas que han fructificado este año en los alrededores de la estación de ferrocarril, como se ve a la derecha. Los pulgones ennegrecían la planta y las hormigas, a su vez, hacían el agosto con los pulgones. 
   Hay otros lugares donde podemos contemplar estas plantas sin contar con estos molestos visitantes: hace poco el G.P. estuvo de nuevo en las viejas minas de Valdeflórez, y se encontró con un auténtico paraíso de la férula. La vaguada del valle, con los suelos removidos hace décadas por las labores mineras, estaba cubierta de umbelíferas, en especial visnaga y estas férulas (al hinojo no le vimos), que aparecían altas y rectas, exhibiendo sus frutos en lo más alto. En este lugar lo podemos observar sin daños y sin estar atacados por plagas, como suceden con algunas plantas silvestres de la ciudad. 
     El tamaño y su forma recta permite que de estos   grandes tallos se puedan extraer bastones estupendos en el verano, para aquellos paseantes de prados y colinas desconocidas. Desgraciadamente, su tallo es hueco y en ocasiones resulta quebradizo. Abajo le dedicamos una última foto, con la pequeña torre de Valdeflores de fondo. 


terça-feira, 17 de junho de 2014

MINERALES DE CÁCERES: "VALDEFLORITAS" O LAS FALSAS PIROFILITAS

Falsa pirofilita con brillo nacarado intenso y con agregados de casiterita y cuarzo


Falsa pirofilita roja


Falsa pirofilita verdosa, cristalizada en hojasFalsa pirofilita blanca sobre cuarzo. Cristales radiales.


Este es un viejo artículo del blog rehecho por las nuevas aportaciones de los aficionados y geólogos serios de los últimos años. El término valdeflorita o "falsa pirofilita" es una broma seria del G.P., y no un término establecido en geología (bien podrían, ja ja ja). Damos las gracias a Antonio "Cristalino" por actualizar nuestros conocimientos.
   
     Aquí nos encontramos con otro conocido de los minerales cacereños, y este con cierta polémica entre los estudiosos. Las llamativas escamitas y láminas coloreadas que adornan multitud de rocas de la zona se convierten en el primer mineral con el que nos topamos en la mina de San José de Valdeflórez sin necesidad de buscar demasiado entre las escombreras. Aparentemente parecen cristalillos micáceos, muy brillantes y nacarados, junto al cuarzo o la pizarra, y en muchas ocasiones se presentan formando filones, y acompañada de casiterita. Su coloración varía mucho, encontrándonos piezas verdes, amarillas, rojas o blancas. No obstante, podemos observar que su exfoliación es la típica de la pirofilita, haciendo cristales en forma de hojas, radiales, con forma de ojos. Por otro lado, también se presenta de forma densa y compacta, de color preferentemente verdoso amarillento. La superficie superior de sus filones coge la apariencia de grumos redondeados.

      La posible "polémica" surge a partir de estudios geológicos que defienden que esta posible pirofilita no es más que un tipo de mica moscovita. Rastreando un poco la bibliografía sobre este tema llegaríamos hasta las obras clásicas de Hernández Pacheco, que nos hablan de "litomargas", sin dejar mucho más sobre el tema. Más cercano a nosotros, el artículo Amblygonite, cassiterite and associated minerals from Cáceres in Western Spain, de Max Weibel, también aparece de refilón este tema. En el libro Minerales Gemológicos de Extremadura (1993) basándose en los estudios de la empresa TOLSA, se defiende también la presencia de micas y no se menciona la pirofilita. La siguiente publicación sobre el tema, Patrimonio Geológico de Extremadura recoge fotografías de este mineral afirmando que es lepidolita y la mica de litio zinnwaldita, cosa que a nivel de paragénesis estaría más o menos de acuerdo con la presencia de ese elemento en la zona (ambligonita, fosfato de litio) y en el hecho que la zinnwaldita suele acompañar a la casiterita. La cuestión no ha quedado ahí, y ha salpicado más foros de minerales. Desde FMF se ha removido la cuestión y ha mostrado determinados estudios en los que el análisis de los componentes de estas supuestas pirofilitas arrojan altos índices de potasio, un elemento más bien propio de las micas, especialmente la moscovita, y prácticamente inexistente en las pirofilitas-tipo. Igualmente, los índices de litio eran también altos, lo que empuja la posibilidad del grupo de micas de litio ya mencionada antes. La agalmatolita, una variedad compacta de la supuesta pirofilita que aparece en el yacimiento de Valdeflores, sería en este caso y según esta última interpretación agregados de pinita, un mineral resultado de la alteración de las micas, o a lo mucho sericita/illita. Juan C. Agua y "Cristalino", desde el foro FMF han removido hilos y han contactado con autores de análisis de algunas muestras de Valdeflores. Uno de ellos, César M. Salvan, publicó el espectro Raman de algunas muestras y su posible similitud con las moscovitas. Para los ignorantes como el G.P., el pico más alto muestra la presencia de potasio en las muestras, típico de la moscovita y no de la pirofilita.

     No hay que olvidar, a todo esto, que tanto la composición química de la pirofilita como la de las micas es relativamente bastante parecida y que el espectro es bastante similar, excepto por el potasio. Y aquí entra la eterna disputa entre los trabajos de campo y de laboratorio. A favor del laboratorio, está su exactitud química. En su contra, el desinterés por la paragénesis, sus características físicas, y su especialización en aquellos minerales comercialmente rentables. El G.P., que es a lo sumo filósofo de la ciencia y no geólogo ve aquí un campo fascinante para el debate sobre la objetividad de la denominación científica y el halo platónico que recorre estas disputas -en búsqueda de un criterio de certeza absoluto, irrefutable, pero que acaba dándose de bruces con la apariencia física-, pero se va a contener. 
    En conjunto, parecen cuestiones menores, pero la geología o la biología son disciplinas en las que se discute rabiosamente por clasificaciones y asignaciones exactas, hasta puntos que el más común de los mortales consideraría ridículos. ¿Hasta qué punto tenemos que clasificar los minerales contando únicamente con el análisis químico? ¿Es tan seguro como nos muestran? ¿No puede haber especímenes que de alguna manera sean de transición, que difícilmente se pueden colocar adecuadamente bajo una etiqueta u otra? Sin necesidad de salir de Cáceres, tenemos un ejemplo bastante similar con las calizas del Calerizo. Los propios análisis químicos muestran que es muchas veces difícil distinguir entre calizas magnesianas y dolomitas auténticas, y que la terminología acaba traicionándonos. Pero el término, ¡el término correcto, señores! es sagrado para estas disciplinas. Respecto al tema que tratamos, me causa igual disgusto tratar a estos minerales como "pirofilitas", que como "moscovitas", puesto que en el primero tenemos el análisis químico en su contra y en el segundo, tenemos unas muestras minerales que francamente se salen bastante de lo común, al menos en nuestro territorio. El G.P., siempre algo díscolo e iconoclasta, prefiere inventarse un nuevo tipo de moscovita, llamada "falsa pirofilita" o "valdeflorita". Con esto estaríamos todos contentos, y además, el término asignado es mucho más real que ningún otro. Parece una pirofilita, pero no lo es. Sin embargo, ¿quién es el G.P. para enfrentarse a los doctores de la geología? Nadie. Y así seguiremos.  Y mientras, seguiremos disfrutando de estas "valdefloritas", como siempre hemos hecho todos, se llamen como se quiera que se llamen. 


Agregado micáceo, formando agregados redondeados y con cristales piramidales de casiterita en su interior.

Punta de cuarzo sobre masa de micas.


FALSA PIROFILITA (MOSCOVITA)

Silicato de aluminio.
Dureza: 1,5, rayable con la uña.
Peso: 2,8.
Raya blanca.
Brillo nacarado.
Color: Muy variable, rojo, verde, amarillo, blanco...
Yacimientos en Cáceres: Valdeflores, aparece en filones de pizarras o en masas compactas.
Minerales parecidos: micas. El talco no se da en la zona.

sexta-feira, 13 de junho de 2014

MACAONES EN EL CERRO DE LOS PINOS

     No suponía que fuera tan sencillo encontrarnos con una de las reinas de mariposas. El macaón (Papilio machaon) es una vistosa mariposa que de cuando en cuando seguro que muchos lectores se habrán topado con ella. Es demasiado llamativa como para no seguir con los ojos su nervioso vuelo, si tenemos la suerte de cruzarnos con alguna de ellas. En nuestra última visita al Cerro de los Pinos nos encontramos  con tres macaones. Difícil de fotografiarlas, huían en cuanto notaban movimiento o una sombra venía hacia ellas (las sombras advierten a las mariposas del peligro) y por más intentos que hicimos acababan desapareciendo por la ladera del monte. Afortunadamente, en la bajada del cerro, otro macaón volvió a aparecer. A diferencia de las otras mariposas, esta era mucho más tranquila y se detenía continuamente sobre la tierra. Muy posiblemente se tratase de un individuo ya viejo, algo descolorido y al que le faltaba una de las típicas colas alargadas de esta mariposa. 
     Sin embargo, eso no le restaba cierta majestuosidad a la mariposa. Seguía siendo una reina, a punto de abdicar (como el viejo Borbón) y hacer caer sus alas sobre el suelo o dejarse llevar por el viento, pero no en el día de nuestro encuentro. Nos dejó fotografiarla, a tres pasos, a dos, y finalmente a menos de uno. El G.P. la contempló un breve instante, hasta que alzó el vuelo. Tan solo pudimos decir "gracias" en voz alta, mientras el macaón se marchaba monte arriba...     

quarta-feira, 11 de junho de 2014

UN INCENDIO MÁS EN EL CERRO DE LOS PINOS



      Desde que no escribimos en el blog (con exámenes y todo lo demás) han ocurrido cosas nuevas, entre ellas, ni más ni menos, una abdicación real y unas elecciones europeas. Pero hay cosas que no cambian y se repiten como si de una ley universal se tratara, como por ejemplo, el incendio del cerro de los pinos o cerro Cabezarrubia. Lo único que ha llamado  la atención del G.P. este año ha sido la prontitud del incendio. Pastos muy amplios y una primavera muy seca han hecho que el cerro se haya convertido en un infierno a la primera de cambio. Pero como suele ser habitual es una crónica largamente anunciada que se repite con estas fechas. Consultando la prensa, uno se hace la inevitable pregunta. ¿Quién comete esta estupidez? ¿Quién puede salir ganando con semejante incendio? ¿Quiénes son los responsables? Indudablemente, la primera impresión es sencilla. Algunos individuos  que viven en  la zona muestran poco civismo descuidando el monte y maltratándolo año tras año. Pero en contrapartida, los colectivos de Aldea Moret (con J.J.Tato a la cabeza) contestan sugiriendo que en realidad lo que hay es un descuido municipal respecto a la colina. Año tras año, estos colectivos hacen repoblaciones invernales de árboles en las laderas del cerro. Año tras año, muchos de esos árboles son quemados en el verano. Subiendo por sus laderas encontramos junto a troncos quemados de árboles viejos, algún retoño joven de encina o pino que ha ido sorteando los incendios de años anteriores pero que no tienen suficiente número como para cubrir las pérdidas.

Y mientras esto ocurre,  no hay desbroces del monte ni gestión municipal alguna y esto hace que cualquier acto malintencionado o descuido sea dramático para todo el cerro (y las casas colindantes). El problema, en términos políticos, es sencillo. Como el estado (o ayuntamiento) observa que toda inversión sobre el terreno se hace improductiva, el estado deja de gastar y se desentiende del problema.  El problema sigue ahí y se agrava, y entonces se hacen llamadas a la inversión por los afectados, que son negadas por la inutilidad en el gasto. Un círculo vicioso bastante difícil de quebrar.  En el fondo, no cuenta tanto  lo que perdemos con cada incendio (un incendio de superficie, que habitualmente no daña los árboles viejos, vegetación pirófila típicamente mediterránea y acostumbrada a estos avatares), pero sí lo que dejamos de conseguir para el futuro: un cerro repoblado de nuevo, un parque natural sencillo y un bonito mirador de nuestra ciudad. Da pena no por lo que es, sino por lo que podría ser en el futuro, y en la mano de irresponsables se convierte solo en cenizas un año tras otro.

domingo, 8 de junho de 2014

MÍMESIS PERFECTA


   Llevamos mucho tiempo sin escribir en el blog, pero tienen que entender el parón obligatorio de los exámenes, y sobre todo la misión secreta encomendada al G.P. desde la Moncloa conocida con el código de Elephant´s fall (como en este país los políticos son tan burros con los idiomas, han decidido ponerlo en inglés, y así no se entera nadie). La misión no era ni más ni menos que  convencer al rey Borbón (porrom-pom-pom) para asumir la jubilación. Aunque no puedo hablar demasiado de ello (todavía es secreto de estado), sí les puedo asegurar que esto nos ha llevado tal cantidad de horas de conversación con los jefazos, tales dolores de cabeza y tantas dudas e intrigas palaciegas, que no tenia tiempo ni para salir un rato al campo y mucho menos detenerse a escribir en este rincón de la galaxia. Afortunadamente, todo salió bien y el viejo rey ha aceptado marcharse con bombo y platillo, como no podía ser menos. Yo, por mi parte, recibí una invitación para cazar rinocerontes y elefantes en Kenya, cosa que naturalmente rechacé de inmediato por motivos obvios.

     En fin, de vuelta al pequeño pueblo que es Cáceres (y sin haber salido nunca de él) fui a investigar el pequeño incendio del cerro Cabezarrubia, ocurrido hace tres semanas, y entre el inmenso pastizal seco y quemado me encontré con alguna sorpresa inesperada, agradable. Entre ellas, este magnífico langosto completamente mimetizado con el ambiente en el que se movía, buscando las pocas plantas verdes que quedan por la ladera. Habitualmente los langostos los vemos con colores grisáceos, pardos o verdosos, acordes con el ambiente en el que suelen moverse. Sin embargo, la extrema sequedad de la zona ha modificado ya el paisaje hacia el estío y este langosto nuestro no ha hecho otra cosa que adaptarse. Tal era la mímesis que bastaba con que diese un diminuto salto a otra parte, huyendo de nuestra cámara, para tener que buscarlo detenidamente durante un rato. Cuando llegué a casa y enseñé encantado las fotos a Inma, esta solo contestó con "qué asco". Inma es una fanática de Frank de la Jungla y puede tener ocho horas la televisión encendida con este señor mostrando bichos raros, pero cuando le traemos un renacuajo a casa amenaza con tirarlo por el desagüe. En fin, que el campo, para verlo en la tele y poco más. Contradicciones de la vida civilizada en la que nos toca vivir. Prometo que otro día hablaré de mi magnífica misión con la Casa Real. Another day.