Brecha en el cerro otero, con clastos de cuarcita negra y cemento silíceo, con neoformaciones de cuarzo.
Las brechas constituyen rocas que pueden ser de origen sedimentario o provocados por movimientos tectónicos, compuestas de clastos y fragmentos de roca angulosa, unidas por un cemento de
diferente composición. Desde este punto de vista, cualquier tipo de roca puede
convertirse en material para una brecha, y como vemos en Cáceres, pueden
afectar por igual a distintos tipos de roca.
En el caso de Cáceres, se deben hablar más propiamente de rocas de estructura brechoide más que de brechas propiamente dichas y tienen un origen eminentemente tectónico. Se reducen a puntos
concretos de estratos cuarcíticos del exterior del sinclinal de Cáceres,
localizados sobre todo en la Sierra de Aguas Vivas, pero también en otros
muchos puntos del Junquillo o la Sierra de la Mosca. Fundamentalmente nos
encontramos con clastos de cuarzo unidos por un cemento muy rico en hierro que
en ocasiones da a la roca un contraste llamativo entre tonalidades oscuras y
blancas. En ocasiones es fácil encontrarse vacuolas cubiertas con capas de
hematites. Otro tipo de rocas con aspecto de brechas, pero que podrían tratarse
de tobas calcáreas las podemos encontrar aparece en determinados estratos
calizos de la mina Esmeralda en Aldea Moret y sus escombreras. Donde sí podemos
encontrar auténticas brechas, asociadas a diaclasamientos o fallas y
observarlas limpiamente sobre el terreno es en el cerro Cabezarrubia (al sur de
Aldea Moret). Son especialmente llamativas por el carácter estratificado de los
fragmentos de caliza, que permite reconocer fácilmente cómo han sido
movilizados todos estos materiales.
Un caso distinto lo constituyen las rocas subvolcánicas
del sinclinal. El origen de estas rocas brechoides es complejo. Corretge alude
a estas rocas brechoides como tufitas volcánicas de edad ordovícica, provocadas
por la actividad tectónica de la época. Siendo así, estaríamos ante rocas
bastante raras en nuestro entorno, y que serían los últimos restos que
constatarían una antíquisima actividad volcánica provocada por los movimientos
de placas de la corteza terrestre. Esta actividad está mejor representada en
otros lugares al sur de nuestra geografía especialmente en los campos de
Almadén y Calatrava.
LUGARES DE
INTERÉS: Aunque se pueden encontrar rocas brechoides en
distintos puntos del sinclinal, asociados a las viejas fallas que recorren y
fracturan el terreno, hay varios lugares donde el terreno permite ver sus
estratos in situ: el monte de Aguas Vivas y la parte alta del Cerro Otero. De
todos modos, las rocas brechoides aparecen también en el Calerizo y las
escombreras de las minas de Aldea Moret. Igualmente, algunas rocas volcánicas
tienen la apariencia brechoide, aunque no sean propiamente brechas.
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