domingo, 6 de dezembro de 2009

CUANDO REFRESCA...

Era una de estas tardes desapacibles del final del otoño: luz escasa, cielo encapotado, cuellos de cazadoras y abrigos subidos, aire que entra por todas partes, y unos pobres animalillos que tienen que permanecer a la intemperie todo el invierno. Naturalmente, ellos están mejor preparados que nosotros contra las inclemencias, pero no desearía ser cigueña en los días de viento.
Escena típica de los días invernales en toda Europa desde la época de Brueghel el viejo: bandadas de grajos y córvidos sobrevolando el cielo de la ciudad.

"Por San Blas, las cigueñas verás": un refrán puesto en entredicho. Cigueña en la torre de la Preciosa Sangre. A pesar de lo mal que lo parece estar pasando, el caso cierto es que cada vez un número mayor de cigueñas pasan el invierno entero en nuestra región. Hay quien achaca esto al cambio climático, mientras que otros lo explican por la mayor abundancia de comida en los vertederos, lugares donde se reúnen en gran número durante estas fechas.

El frío llega también a los que están en el suelo. Nuestra pequeña cogujada -posiblemente un ejemplar joven- ahueca sus plumas en un intento de preservarse del frío. Esta imagen está tomada en los aparcamientos de un supermercado, al lado de la vía de la Plata.

Esta paloma turca tampoco lo tiene que estar pasando muy bien bajo la lluvia. Esta especie ha experimentado una expansión geográfica enorme en los últimos años, hasta el punto que ya casi se puede considerar autóctona, cuando originariamente proviene de Asia.
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Cada uno se protege de la lluvia como puede. En este caso, nuestro mirlo busca refugio debajo de un arbusto en el parque de Cánovas. Precisamente la lluvia nos permitía acercarnos a él de forma insospechada. Tal vez el agua le cause más estorbo que el propio ser humano.

1 comentário:

  1. ¡Qué lindas fotos! ¡Qué lindos pájaros! ¡Qué linda mirada Angelillo!
    Los pájaros me emocionan, me permiten la ilusión de poder volar con ellos... Me conectan con cosas hermosas de la vida y sos tan hábil al registrarlos que me permitís conocer los de un país al que nunca fuí.
    Pasé la Navidad en Entre Ríos, provincia que limita con el norte Bs. As., donde vivo en Argentina. A mitad de camino, nos invadió una enorme bandada de golondrinas, en pleno campo. Pienso que venían a instalarse para el verano. Fué muy conmovedor participar de esa llegada, de un viaje tan largo, desde
    América del Norte...
    Salud y espero seguir viendo pájaros europeos. Intenaré hacer un aporte con los locales, que se acercan a comer el pancito y las semillas que dejo en el jardín.

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