Preciosas Lepiota lilacea (o quizás Lepiota cristata muy pequeñas). Tan pequeñas como tóxicas. Presenta un aspecto típico de las lepiotas pequeñas, con láminas blancas, anillo fugaz y sombrero con escamas negras.
La más hermosa de todas, la Lepiota lilacea, de pequeño tamaño y con un anillo oscuro característico que la permite distinguir de la lepiota cristata, aunque el GP no tiene la certeza total que no sean la misma especie. Independientemente de la especie, ambas son muy tóxicas y debemos solo contemplarlas. Otras setas que encontramos en nuestro paseo fueron paneolos, cominos, setas de chopo, políporos y los primeros champiñones amarilleantes. Como hemos dicho otas veces, aunque nos encontremos con setas comestibles en el Parque del Príncipe, no resulta muy recomendable recogerlas por las aguas y residuos contaminados de las que puedan nutrirse.
Anillo negruzco y pie violáceo que permitiría distinguir esta seta de otras especies de lepiotas tóxicas.
Arriba, un buen políporo parasita el tronco de un pino piñonero en el parque del Príncipe. La mano es de la sobrina Sofía. Ese mismo día, la celebración del día de la bicicleta congregaba en Cáceres a miles de personas. Abajo, coprinos típicos de septiembre y octubre en la base de olmos y acacias. Se pueden encontrar en Cánovas con facilidad.
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