El cerro Arropé: un cerro despellejado y aterrazado después de erradicar la población de eucaliptos. Solo en la parte más alta se preservó un rincón de la vegetación autóctona. |
Crestones cuarcíticos silúricos-devónicos en buzamiento. |
Cuarcitas con icnofósiles de skolithos. |
Un singular skolitho monocraterion. |
Más restos de skolithos. |
Cantera Nuñez de áridos extraidos a partir de la cuarcita armoricana. Habitualmente la cuarcita armoricana suele estar más elevada, formando una doble cadena de montes, pero aquí apenas tiene altura. |
Imagen de la red: los que podemos encontrar en Cáceres pertenecen a 3 y 4. |
Eucaliptos rebrotando de las raíces, junto a
estacas de repoblación de encinas.
El proceso de sustitución se hará largo.
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la cuarcita silúrica la que haya mantenido la
elevación, dando la sensación que es ella la que cierra el sinclinal. Acompañando a la cuarcita, muchas pizarras rojas y ferrosas, finas películas de hematites con patina de colores, y sobre todo, icnofósiles a mansalva, como decimos. Los skolithos pertenecen si no nos equivocamos, al grupo monocraterion. Constituyen galerías de gusanos que muestran en su parte superior un agujero visible. En la otra zona típica de estos icnofósiles, el cerro del Milano, la facies característica son los skolithospropiamente dichos (al menos en algunos casos). La diferencia básica, en la fosilización, es que estos últimos muestran una especie de botón o protuberancia al final de su galería, mientras los anteriores muestran un pequeño agujerillo o embudo. En fin, disquisiciones paleontólogicas aparte, una prueba más para sorprenderse que, efectivamente, Cáceres fue un mar no muy profundo hace 300 millones de años...
fruto del piruétano, maduro ya al final del verano. |
Piruétano creciendo entre las grietas de cuarcitas.
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Completísimo!
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