El G.P. pide disculpas que por un día, hable más de él mismo que de lo que le rodea. La circunstancias obligan, y es que Juanito, después de una larga y terrible espera, ha llegado. Espero que entiendan los curiosos que acuden a este blog, que el autor se tome un descanso por paternidad. Toca ahora experimentar el lazo más fuerte que puede depositar la madre naturaleza en nosotros mismos, sin salir de nuestra propia sangre.
Angel, felicidades para padre y madre! y ¡bienvenido, Juan!
ResponderEliminarMe alegro un montón. Y eso de descansar, bueno, será del blog, porque creo que ahora vas a tener bastante más curro, jejeje
Enhorabuena, y un saludo.
pd: ¿te acuerdas de Paquito? pues si aún no lo sabes, el pasado 20 febrero también fue papá. Jo, qué envidia más sana...
F E L I C I D A D E S ! ! ! ! !
ResponderEliminarAngelillo, ¡Qué emoción! Es precioso, que maravilla y regalo son los hijos, disfruten cada minuto. Hasta los de sueño, por más que sean pocos. Nada es comparable con el enorme milagro del fruto del amor: cuando la gente se queja por cosas que trae aparejadas, son todas menores al lado de la magia. Aún tengo la dicha de experimentarla día a día.
Juan también se llama mi hijo menor, quien nació con el siglo.
Lo mejor para la flia. y no te ausentes mucho de aquí que se te extraña.
F E L I C I D A D E S!!!!!!!!!!!!!!
Gracias, gracias, gracias!!!!
ResponderEliminar¡Enhorabuena!.
ResponderEliminarCompadezco al pobre muchacho que ha llegado a este mundo con padres novatos.
Criadlo con salud.
Un abrazo para la mamá y otro para tí. Un beso para el muchachino.