Despedimos la primavera con una de mis flores favoritas de la temporada: la digital. En esta época la podemos encontrar desafiando la sequía y las grietas rocosas donde acostumbra crecer. No se fíen de su inocente aspecto. El G.P. tuvo que desafiar las abejas que estaban dentro de las flores y su amenazante volar alrededor de la cámara. Si quieren chupar nuestra digital, primero cerciórense que no haya ningún bicho dentro: su apetitoso aspecto no pasa desapercibido para insectos ávidos de experiencias fuertes en las flores cavernosas. En este caso, resulta muy hermoso observar las mariposas y cómo despliegan hábilmente sus largas lenguas para chupar el néctar del fondo de la flor.
Las malas lenguas dicen que son muy venenosas.
ResponderEliminarPor aquí arriba las hay a montones y a mi siempre me han llamado la atención. Son preciosas.
Besito para Juan.
Eso dicen y lo releído en el viejo libro de plantas medicinales de la provincia de Cáceres, pero siempre si se toma en grandes dosis. El envenenamiento que sufrió un amigo mío de pequeño fue causado por el aguijón de una abeja. Pobrecillo.
ResponderEliminarCasi se me olvidaba.
ResponderEliminarFelicidades a Juan por su onomástica. Le debo un chupachups de fresas y nata.
abbuuuu auuubbuu bubuuu!!!
ResponderEliminar(te traduzco: muchas gracias, Valentín!!!
Este muchacho ya está empezando a darnos conferencias...)