Les cuento la historia de nuestro feliz encuentro: andaba el GP absorto, buscando pirofilitas interesantes entre las escombreras de Valdeflores, cuando algo se movió entre las jaras que le rodeaban. Pensaba yo que se trataría del típico pájaro asustadizo que se levanta de la maleza, pero en esta época hay muy pocos pájaros por la zona. El calor los lleva a sitios más frescos. Los únicos que escuchas, y que están en el aire, son los abejarucos. Si no era un mirlo o un grajo, ¿qué podía ser? Los ruidos continuaban y se acercaban, cuando por fin decubrí que el causante de todo aquello: un precioso zorro se había puesto casi a mi lado, guarecido con unas cuantas matas de por medio.
El GP creía que este animal era asustadizo por naturaleza, pero me pregunto si el hambre no es un mal compañero para acercarte a quien tienes como un enemigo instintivo. El caso fue que inmediatamente fui a por mi desayuno, unas cuantas barras energéticas, para ver si podía saciar al pobre zorro. Le puse una barrita a un par de metros, y después de unas cuantas vueltas cautelosas, el zorro cogió el alimento y se lo llevó a un sitio más seguro. Repetimos la operación seis veces: tantas como barritas energéticas me quedaban en la mochila, y con cada regreso, el zoro iba cogiendo más confianza. Tanta fue que al final, el pobre animal nos seguía como un perrito. ¡Tiempo le costó darse cuenta que el martillo no era una barrita energética y que nos habíamos quedado los dos sin nada que llevarnos a la boca!
Nuestro querido invitado posando en las escombreras.
Pues te hizo bien la puñeta dejándote sin desayuno, aunque al menos te concedió el posado. Hay que ver la cara que tiene el amigo. Un saludo.
ResponderEliminarPues sí, pero bien gustoso cedía yo mi desayuno en mis salidas al campo si tuviera habitualmente a estos compañeros!!!
ResponderEliminarUn saludo...
Creo que es nena, no nene. La veo con frecuencia por aquí aunque llevo una larga temporada sin hacerlo. Mientras tanto, está aumentando la nómina de conejos.
ResponderEliminarAunque se la vea delgadita, tiene el pelo brillante. Seguro que te engañó como a un chino.
Ya te lo he dicho, se llama Valdeazores, lo de Valdeflores es una corrupción del nombre.
¡¡Qué lindo relato Angelín!! Juan, mi hijo menor, se lo hubiera traído a casa... Ya voy a recorrer tus otros blogs, que veo que andás muy productivo FELICITACIONES!!!!!!!!
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarMagnifico trabajo este blog, muy enamorao de Cáceres. Es una sorpresa todo lo que tenemos en los alrededores.
Vivo en la montaña y buscaba algo que me diera razón de por qué desaparece la tdt de vez en cuando. Me encuentro este blog y casi que me lo leo entero.
EL Zorro, Pues que yo creo que le conozco, debe de ser el mismo que se nos ha presentado a la hora de la cena varias veces. Dado que los zorros siempre han sido muy desconfiados y este ejemplar se muestra tan confiado con los humanos que voy a suponer que es el mismo.
El otro día me estuvo siguiendo por la parcela, como un perrillo. Al final se llevó un cachino de patatera.
De nuevo gracias por tu blog, un saludo
Gracias por todas vuetras referencias. Al final resulta que el zorro es más famoso que el papa!!
ResponderEliminarUn saludo