Muy posiblemente, una pequeña lepiota blanca ((Leucoagaricus leucothites). No es fácil distinguirla de los champiñones que crecen por nuestros parques, pero su pie abultado y su sombrero lo acercan más a la categoría de las lepiotas que los otros agáricos. Por otro lado, las láminas permanecen siempre blancas en las lepiotas. Se recomienda no recoger este tipo de setas por ser muy parecidas a otras de carácter venenoso.
Russulla drimeia o Rusulla sanguinea. Esta especie la encontramos año tras año bajo los pinos piñoneros del parque del Príncipe. Es una de las setas más bonitas y llamativas de nuestros alrededores aunque no es comestible.
Coprinellus micaceus o coprino micado. Esta pequeña especie crece sobre las raíces de las acacias y olmos de nuestros parques: el GP los ha localizado tanto en Cánovas como en el Parque del Príncipe y ocasionalmente, en árboles diseminados por nuestra ciudad, fuera de los parques. Son llamativos por el gran número de setas que pueden crecer en torno a un solo árbol. Su sombrero parece lucir diminutos granos brillantes, como si fueran micas.En Cánovas, concretamente, la semana pasada pudimos observar una auténtia explosión de estas pequeñas setas, tan intensa como breve: en una semana ya no se veía casi ninguno de ellos.
Champiñones silvestres creciendo en el parque del Príncipe. Los ejemplares más grandes ya había sido recolectados cuando el GP los descubrió, al igual que sucedió con las setas de chopo. A falta de setas en el campo, los micófagos andan sueltos por la misma ciudad.
Mientras el GP se dedicaba al reconocimiento de setas, en las calles de Cánovas el compañero Francisco Aguilera participaba en la III salita del Cómic, haciendo una exhibición en público de su buen arte.
Los hongos yesqueros (Fomes fomentarius) son muy frecuentes en los árboles viejos del parque de Cánovas. Aquí le vemos colonizando el tronco de una morera, a pocos metros de donde el amigo Fran hacía sus cómics.
Un tipo de bejín crece junto a una boca de riego en Cánovas. Bajo la apariencia de patatas pochas, estos hongos se pueden encontrar en cualquier parte de los parques de la ciudad, hasta en los lugares más insospechados.
Las setas no deben arrancarse, la volva tiene que quedarse en la tierra para que perdure, se tienen que cortar con una navaja. Todo esto si mis informaciones no son erróneas, me ha dado pena ver en tu blog las setas arrancadas de cuajo.
ResponderEliminarMuchas gracias por el consejo, lo tendré muy en cuenta las próximas veces. Yo tenía entendido que el dejar setas adultas y permitir la maduración de sus esporas era más importante para mantenerlas en el siguiente otoño. De todos modos, estas setas en su mayoría estaban ya arrancadas. ¡Un saludo!
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