Entre las florecillas que tímidamente van apuntando en estas semanas de octubre, destacamos estos crocus de otoño o quitameriendas (Merendera pirenaica). El término que usamos no hace justicia a la planta, porque el G.P. por su pasado bulbero tiende a identificar como crocus cualquier flor sin hojas. Sin embargo, con dicho término se aluden a todas las flores que presentan las características típicas de los crocus (en términos más bien de floristería), esas florecillas de pequeño tamaño, que apenas despegan de la tierra unos pocos centímetros, y que suelen ser las primeras que aparecen tras el invierno. Estos pequeños quitameriendas aparecieron en las inmediaciones de Los Hornos (Sierra de Fuentes), junto a otras snowdrops, mientras el resto del campo va desperezándose lentamente del letargo estival. Luego los encontraría otra vez, ya pasados, en la sierra de Aguas Vivas. Estábamos a la búsqueda de setas, pero a falta de estas, buenas son las quitameriendas...
Veo ahora mucho esa flor por la parte de atrás del ferial donde suelo entrenar, está plagadito. Me apunto su nombre que no la conocía.
ResponderEliminarEs curioso que se desarrolle tanto en el terreno calizo, tengo que investigar más esa parte de la ciudad. Yo solo las he visto en la Sierrilla y en los hornos...
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