Cordierita pinitizada en un granito de la rivera de Araya.
La forma más típica es encontrarla en forma de multitud de granos o "moscas" sobre pizarras sometidas a metamorfismo, y así aparece en las inmediaciones del junquillo y algunos lugares de contacto del batolito granítico de Araya con el sinclinal cacereño. Sin embargo, nosotros aconsejamos observarlas en el cauce del río Salor o las cercanías de los Barruecos. Este es un lugar estupendo para contemplar pizarras mosqueadas de envergadura, con granos bien formados y abundantes. En esta zona, las rocas parecen haberse agarrado un buen sarampión con tanto calor, y han surgido estas acumulaciones de cordierita de color negruzco, producto de la fusión de minerales oscuros.
Tenemos otros lugares para contemplar buenas cordieritas sin estar vinculadas a estos granitos de las pizarras mosqueadas. Estos lugares lo constituyen algunos enclaves graníticos de la rivera de Araya. Aquí las cordieritas pueden encontrarse en cubos rectangulares de casi un centímetro, destacando sobre la masa del granito. Unas veces aparecen modificadas hacia otro mineral, la pinita (de color negruzco verdoso) y en otras ocasiones, frescas y con tonos más pálidos y reflejos azulados, típicos de este mineral.
En la rivera de Araya tenemos la suerte de encontrar la cordierita en sus distintas paragénesis: formando parte del granito de la zona por un lado, y como mineral producido por el metamorfismo de contacto sobre las pizarras precámbricas del complejo esquisto grauwáquico. En ocasiones podemos encontrar ejemplares con los dos tipos de rocas y la cordierita acompañando en ambas como mineral predominante. La presencia de cordierita en los granitos, por otro lado, nos ofrece interesantes pistas de la formación de esas rocas plutónicas, puesto que pueden indicarnos un origen sedimetario del mismo batolito.
Tenemos otros lugares para contemplar buenas cordieritas sin estar vinculadas a estos granitos de las pizarras mosqueadas. Estos lugares lo constituyen algunos enclaves graníticos de la rivera de Araya. Aquí las cordieritas pueden encontrarse en cubos rectangulares de casi un centímetro, destacando sobre la masa del granito. Unas veces aparecen modificadas hacia otro mineral, la pinita (de color negruzco verdoso) y en otras ocasiones, frescas y con tonos más pálidos y reflejos azulados, típicos de este mineral.
En la rivera de Araya tenemos la suerte de encontrar la cordierita en sus distintas paragénesis: formando parte del granito de la zona por un lado, y como mineral producido por el metamorfismo de contacto sobre las pizarras precámbricas del complejo esquisto grauwáquico. En ocasiones podemos encontrar ejemplares con los dos tipos de rocas y la cordierita acompañando en ambas como mineral predominante. La presencia de cordierita en los granitos, por otro lado, nos ofrece interesantes pistas de la formación de esas rocas plutónicas, puesto que pueden indicarnos un origen sedimetario del mismo batolito.
Cordierita más fresca en granitos usados para la construcción del AVE. Arroyo Villoluengo.
Pizarras sumamente endurecidas en el molino de Hijadilla (Salor), con "moscas" de distinto tamaño de cordierita.
¿Cómo se puede saber si las inclusiones en una pizarra son de cordierita o de andalucita?
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