segunda-feira, 31 de março de 2014

ARICIA MONTENSIS SOBRE MUSCARI COMOSUM EN ALDEA MORET

    
       El encontrarme con una belleza como la orquídea papilionacea hace apenas unos días me metió el gusanillo de acercarme hasta las minas de Aldea Moret y ver si sobre el terreno calizo podía tener tanta suerte como en la Sierrilla, y comprobar si es verdad que sobre estos terrenos las orquídeas abundan más. Para la decepción del G.P., no encontramos ni rastro de orquídeas y ni siquiera las iris azuladas habían abierto todavía. Eso sí, nuestra rabia se transformó en gozo al ver la gran cantidad de muscari que había sobre el terreno (abundantes también sobre suelos graníticos), y estos estaban abiertos y llenos de insectos. Entre los que nos encontramos, de forma sobresaliente, colocamos esta bonita mariposa, llamada Aricia montensis que nuevamente, se llevó multitud de fotos en nuestra cámara.

sábado, 29 de março de 2014

ORCHIS PAPILIONACEA EN LA SIERRILLA

     Otra vez, el G.P. ha tenido la enorme suerte de encontrarse con una nueva orquídea para su colección de imágenes. Es una vieja conocida con la que tuvimos el enorme gusto de toparnos el año pasado en la riv(b)era de Cabeza de Araya, sobre suelos ácidos y básicos, pero que ahora está muchísimo más cerca, en las laderas del depósito de La Sierrilla, y muy próxima a la Ronda Norte. Si los conocimientos de aprendiz del G.P. no le fallan, nos atreveríamos a decir que es una Orchis papilionacea, sin contar la subespecie o alguna posible hibridación que desconozcamos. Y resulta algo extraño, puesto que esta Orchis, que ha sido registrada en el Portanchito por el Proyecto Orquídea, suele estar sobre terrenos básicos y calizos, donde puede llegar a ser extremadamente abundante.    
      Quizás sea por eso que en un terreno silíceo como el propio de la sierra de Aguas Vivas  la encontramos  solitaria, al menos en esta altura de la temporada. Solitaria en lo que respecta a su especie, porque está bien acompañada en esta pequeña sierra de otras dos orquídeas de las que ya hemos hablado y de las que no nos cansamos de hacer fotos: la Orchis champagneuxii y la espectacular Ophrys tenthredinifera. La Orchis papilionacea de la que estamos hablando, puede ser considerada bien representada en toda la región extremeña, por lo que su encuentro no resultará demasiado difícil, si nos dejamos ver en zonas no demasiado altas (no suele darse más allá de 600 metros de altura), preferentemente calcáreas, sobre suelos basófilos y encinares.
 Arriba, la pradera donde nos hemos encontrado esta maravilla, acompañando a encinares, con cantueso y estepa blanca: una vieja finca utilizada siempre para el ganado visible desde la Ronda Norte, que hoy en día está prácticamente abandonada y abierta desde su entrada en el depósito de agua.

terça-feira, 25 de março de 2014

GRAUVACAS Y PIZARRAS EN EL CUARTILLO


Lugar de contacto de los estratos de grauvacas con los de las pizarras. Las grauvacas tienen un color más parduzco, y estaban atravesadas por numerosos filoncillos de cuarzo de origen hidrotermal. Las pizarras por el contrario presentan un color más claro y presentan una esquistosidad mucho más característica.

Como ya hemos dicho en alguna ocasión, Cáceres geológicamente hablando se  puede interpretar como un manto pizarroso que es atravesado de cuando en cuando por sierras de cuarcitas y manchas extensas de formas graníticas. Este manto pizarroso, que configura el aspecto de penillanura que muestra todo el centro de la provincia, presenta pocas singularidades y se reduce a una sucesión de capas pizarrosas, rocas areniscosas y grauváquicas que muchas veces resulta complicado de distinguir. Es precisamente en los alrededores del Cuartillo donde hemos encontrado una sucesión de pizarras y grauvacas que han permitido al G.P. identificar mejor estas rocas y separarlas oportunamente. Ya en más de una ocasión hemos hablado de cómo aparecía esta roca en el cauce de los ríos, erosionada y fácil de distinguir respecto a las pizarras. Pero aquí teniamos la oportunidad de verla fresca, in situ.
     Para quien desee una explicación más técnica, diremos que las grauvacas son rocas sedimentarias detríticas formadas por corrientes de turbidez que depositaron rápidamente los componentes de rocas sin llegar a seleccionarlos demasiado. Por eso nos encontramos a veces unos granos más grandes que otros en estas rocas e igualmente, los fósiles son raros (en las nuestras, imposibles, dada la antiguedad de la roca: unos 600 milloncejos, ahí es nada). De todos modos esta es la definición técnica, formal de un tipo de roca. Después, lo que usted encuentra en el campo, vaya a saber si cae más cerca de las arcosas, areniscas o grauvacas. Nosotros lo dejaríamos en rocas areniscosas, sin más. Doctores tiene la geología que pueden desfacer el entuerto. El pobre G.P. se limita a contemplarlas, ver las curiosas formas que hacen las vetas del cuarzo sobre ellas (algo fascinante, por cierto), y poquito más.  
Una vez que extraes las rocas del terreno, las diferencias se hacen mucho más notables entre sí.

quarta-feira, 5 de março de 2014

FIN DEL INVIERNO: PEZIZAS, NARCISOS Y ORQUÍDEAS EN LA SIERRILLA.


    Las pezizas son las setas más frecuentes que encontramos al final del invierno en las dehesas con abundante humus. Como ya hemos dicho, estos hongos son muy difíciles de clasificar por sus propiedades físicas, siendo necesario el uso del microscopio para distinguir entre unas especies y otras. De todas formas, por el lugar donde lo hemos encontrado y el tiempo del año, podríamos marcar estas pezizas como Peziza badioconfusa. Estaban en plena esporada: bastaba tocarlas un poco para que un grisáceo polvillo se levantara de su interior y se lo llevase el viento. La otra seta que parece perenne en el campo extremeño durante todo el invierno era la siempre presente senderuela, algo descoloridas esta vez por la lluvia.
   Pero ya estamos en transición. La ruta del depósito de la sierra de Aguas Vivas ya estaba cubierta de eneldos (de los que hablaremos otro día) y la retama blanca empieza a florecer con fuerza. El campo cacereño se despereza del invierno y empieza a invitarnos a disfrutar de las breves flores de la primavera, y eso que el día no invitaba precisamente a andar buscando flores o setas. Entre las primeras, fieles a la  cita como siempre, se encontraban los narcisos pálidos, muy abundantes en algunos parajes de la sierra de Aguas Vivas, aunque el año pasado los veíamos un mes entero antes (en torno a la segunda semana de febrero). Y ya, por fin, logramos avistar la primera orquídea de la temporada, la Orchis Champagneuxii, que ya habíamos reconocido el año pasado en las laderas del Cerro Otero, y que ahora vemos en las cercanías del depósito. 

 Orchis champagneuxii en las cercanías del depósito. La encontramos en solitario frente a las poblaciones típicas de la zona del narciso pálido.
"Allí donde el narciso encuentres, la primavera está en ciernes", nos dice el profesor Tibb. Y no le falta razón.

domingo, 2 de março de 2014

WILD TURKEYS IN NEWTON - BOSTON


    And here we show the last post about our American trip. We could think that being in New York and Boston, big cities as they are, wouldn't offer too many chances to get involved in the nature of the country. And if we add to this the fact that the G.P. was almost the whole day in a educational workshop, the chances were almost zero. Fortunately the house of our host, Mr. Robert Swartz, was very close to a small forest, now covered of snow. Not too much to see, except the awesome landscape of naked maples and oaks in white. Suddenly, coming back to Swartz's house, I saw a couple of huge turkeys coming up to the middle of the road. A car driving fast had to brake immediately and wait patiently for the turkey to go away (American people in the East Coast, by the way, never honk the horn: they find it really annoying and rude). The driver put down the window and wonder how many were there. "At least, three or four. Is there any kind of farm right here?", I gave as an answer.  A farm, he smiled, you are joking, they are wild!" 
    Then I remembered that turkeys were originally coming from America, and that this huge turkey was the real wild turkey. I suppose that my reaction was similar to one person who sees for his first time in life a stork. And I reminded myself the days in Holland where dozens of people were watching a single stork nest as something really amazing (and I was smiling). Anyway, that was the comment of some people coming back to the house (American, generally speaking, are quite friendly, much more than some English I met in my life). People asked me where I was coming from, with such a smile in my face and a camera. When I gave my answer, they started to laugh at me (in a nice way) just because I took lots of photos of the wild turkeys. "So you come to Boston just to take some pictures of wild turkeys". "You have to understand me, this is completely unthinkable in my country". Ye op, they said. You are in America, what did you expect? 

   The current population of wild turkeys in America (according to wikipedia) is estimated around 4 million. Taking into account that in the eighteenth century it  was near 40 million, we could say that the decline has been severe but wild turkeys have the future solved; the number of turkeys in farms are some millions more than only four.
    The street where we stayed most of our time in Boston, and the people who were wondering why I was taking pictures of wild turkeys.