sábado, 7 de outubro de 2017

OCTUBRE SECO, EL INFIERNO DE LOS ANFIBIOS

Tritón pigmeo. El primero que vemos por la zona.
Humedales que ahora solo valen para pienso del ganado.
     Salir al campo en este mes resulta demoledor. A pesar de no hacer el calor sofocante del verano, el suelo está calcinado y sin humedad alguna. Llevamos cuatro meses sin apenas llover, y nuestos campos están ya al límite. La última lluvia se remonta a un par de días en agosto, puramente anecdótica. E incluso cuando el ganado ya empieza a pasarlo mal, los que sin duda llevan la peor parte son los que más dependen del agua: nuestros amigos los anfibios. 
El final de una charca estacional.
   A pesar de que muchos de ellos desarrollan sistemas para sobrevivir al verano -entrando en periodos de hibernación similares a los del invierno- la prolongación de la sequía no augura nada nuevo para muchos de ellos, como este pequeño tritón pigmeo que nos encontramos por las charcas entre Malpartida y Cáceres. Nuestros gallipatos de Sierra de Fuentes han desaparecido, una vez que nuestro estanque se secó a finales de agosto. Lo cierto es que cada vez resulta más raro encontrarnos con otros anfibios que no sean las ranas comunes, todoterrenos adaptables a casi cualquier tipo de agua. Empiezan a ser noticia en otras regiones el mantenimiento de algunas charcas solo con el fin que sobrevivan en ellas los amenazados anfibios. Quizás habría que empezar a pensar en ello, si la sequía se prolonga más.


El hogar de nuestro tritón pigmeo. Por ahora...


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