domingo, 26 de junho de 2011

LA CULEBRA VIPERINA, AL ACECHO EN EL PARQUE DEL PRÍNCIPE



La falta de nitidez de la foto se debe al efecto del agua.
¡Lástima de nuestros parcos medios fotográficos!

      Decíamos en uno de nuestros últimos post que andábamos tras el rastro de culebras viperinas en el parque del Príncipe. De hecho esta es quizás la culebrilla más corriente de encontrar en los regatos y charcas, aparte de su prima mayor, la culebra de collar, bastante más grande que la que tratamos ahora. Para esta ocasión, la hemos observado bajo los desagües del canal central del parque, en una posición estratégica donde puede pasar fácilmente desapercibida, huir con rapidez y al mismo tiempo estar al acecho. ¡Con una bolsa de gusanitos de tapadera, qué insecto, pequeña rana o renacuajo poco avispado va a sospechar del peligro!

       Para distinguirla de su prima mayor, la natrix natrix, podemos partir de su menor tamaño y también de su forma de estar en el agua. Mientras que la culebra de collar nada sobre todo en la superficie del agua, la culebra viperina prefiere hacerlo en el fondo del estanque, donde puede permanecer mucho tiempo sumergida. Por otro lado, es totalmente  inofensiva. Es conocida su disposición a aparentar a las víboras, hinchando su cabeza y haciéndola triangular (como en los vipéridos). La pupila redonda y su cuerpo más estilizado en cualquier caso es excelente para poder distinguirlas frente a especímenes más peligrosos. Si intentamos cogerla con la mano puede resultar que vacíe su cloaca y nos rocíe de un líquido pestilente de cuyo aroma no es fácil escapar. ¡Al G.P. se le ocurrió coger una en mitad del campo y no pudo dejar semejante perfume, por mucho que se limpiase! Así que ojo. A estos pobres bichos, bastante les molestamos ya con las cámaras como para asustarlos más de la cuenta...

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