Fragmento de cuarcita con estas "muescas" provocadas por fósiles, posiblemente braquiópodos.
En las inmediaciones del depósito nos podemos encontrar algunos estratos cuarcíticos muy generosos en restos fósiles. En realidad, los fósiles son difícilmente identificables y quedan más bien los huecos dejados por ellos: la cuarcita no suele ser una buena compañera a la hora de fosilizar y en este caso, los restos fósiles fueron rellenados de una materia más pizarrosa o areniscosa que contrasta con el perfil robusto de la matriz cuarcítica y que en muchos casos ha acabado desapareciendo, quedando esta imagen parecida a la de un queso gruyere.
Qué habrá ocurrido en realidad en tan remota época, el G.P. nunca lo sabrá, pero se lo pasa en grande reconstruyendo el pasado con cuatro pedruscos que se encuentra por casualidad... Por otro lado, no es la primera vez que aparece este yacimiento. El G.P. lo localizó en el invierno, y en el pasado diciembre Antonio G.G. publicaba algunas fotografías en el foro de FMF minerales, a través de su Pequeña guía de minerales de Cáceres, un fantástico reportaje en imágenes del que hablaremos más adelante.
Distintas componentes en la matiz cuarcítica marcan la presencia de estos restos fósiles.
Superficie rugosa sobre los estratos cuarcíticos, producidos por la desaparición de estos componentes más débiles en el proceso de fosilización.
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