Vista del lugar desde la salida del pueblo hacia Garganta la Olla.
Las obras de canalización han removido gran cantidad de tierras que hacen nuestras delicias de geólogo.
En la segunda tanda de vacaciones estivales, hemos hecho la otra visita obligada del mes de agosto, Piornal. Y aunque ya el verano pasado el G.P. hizo alguna referencia a los valores geológicos del lugar, nuestro mayor conocimiento del terreno permite ahora investigaciones más profundas. La clave la puso Isaías, el abuelo de mi querida Inma y antiguo guarda forestal: "aquí en Piornal hay muchas catas de wolfram y arsenopirita, desde muy antiguo". El "wolfram" es como se conocía a los minerales de wolframio en la época de Franco, cuando la II Guerra Mundial disparó el precio del metal y en España todas las compañías mineras se pusieron a buscar yacimientos como si de auténtico oro se tratara.
El caso es que me puse a trabajar y tras buenos paseos mirando piedras y zanjas pude cerciorarme de algunos puntos donde efectivamente estos minerales son relativamente abundantes. En realidad, cualquier filón de cuarzo de la zona es susceptible de contener pirita o arsenopirita, pero de forma más concreta, podemos hablar de su relativa abundancia en las cercanías del depósito de agua del pueblo.
La primera evidencia lo constituyen filones de cuarzo alterados con colores verdosos, grises y violetas, y que se ve directamente desde la cuneta de la carretera. De inmediato nos percatamos que allí existían mineralizaciones acompañando al cuarzo, y más concretamente, de arsenopirita y escorodita, mineral que parte de la alteración del anterior.
Después de romper varios pedruscos de la forma más primitiva posible y retornar al primitivo estado de Australopithecus Afarensis (por martillo tenía un cuarzo), el G.P. pudo contemplar varias piezas de arsenopirita masiva y fresca, escondidas tras capas de escorodita. Cuando son manipulados, el olor de estos minerales es peculiar (no olvidemos que la arsenopirita es un sulfuro de hierro y arsénico, altamente venenoso), y conviene lavarse bien las manos.
Seguimos investigando algunos pedruscos más, y rompimos algunos cuarzos "a ver qué pasaba". Formando pequeños cristales muy brillantes, aparecen mineralizaciones de pirita y arsenopirita conjuntamente en los cuarzos, formando la pirita en ocasiones hermosas maclas y sus típicos cristales cúbicos,aunque de tamaño bastante pequeño, no sobrepasando el medio centímetro.
En los alrededores del yacimiento, y desde la zanja de la misma carretera, es fácil encontrarnos con turmalinas del tipo "chorlo",aunque frecuentemente alteradas, con tonos pardos y rojizos. La otra fotografía es otra turmalina proveniente de un enclave pegmatítico, y aquí las condiciones de metamorfismo ha producido la ondulación que se percibe en sus cristales.
Tampoco podemos dejar sin mencionar los grandes cristales de feldespato que se pueden encontrar por la zona. Aunque el de esta fotografía posiblemente perteneciera a un afloramiento pegmatítico, los cristales de feldespato potásico abundan por el tipo de granito porfídico de la zona, con grandes fenocristales de este mineral y con curiosas maclas. De hecho, y para ser más exactos, la presencia de estas grandes maclas nos permite distinguir una características de la granodiorita, variante del granito, y que está caracterizada por un distinto porcentaje de minerales oscuros (por lo general, inapreciable a simple vista).
En definitiva, en relación con la paragénesis del lugar, podemos hablar de los siguientes minerales relevantes:
- Arsenopirita: bastante abundante, fresca o alterada, de color plateado y brillo metálico.
- Pirita: con cristales bien formados en ocasiones, aunque siempre en tamaño milimétrico.
- Escorodita: sustituyendo en ocasiones por completo a la arsenopirita y otras veces formando costras verdosas.
- Goethita, acompañando a cuarzos y formando las típicas formas arriñonadas.
- Limonita, también acompañando a cuarzos y a los granitos alterados por la cizalla.
- Feldespato: generando grandes cristales y maclas curiosas.
- Feldespato: generando grandes cristales y maclas curiosas.
- Turmalina: abundante y formando grandes cristales, aunque con alteraciones.
- Puntas de cuarzo, muy comunes en algunos de los filones.
- Mica biotita, que aparece en las restitas y xenolitos del granito acompañante, a veces con cristales hexagonales centimétricos.
- Mica moscovita, presente en filones pegmatíticos que también pueden verse en la zona.
La fauna de la zona puede llegar a ser peligrosa para los amantes de las piedras. Este lugar está infectado de alacranes, y el mismo día que el G.P. frecuentaba el depósito, al caer la noche una chica sufrió la picadura de estos fabulosos y molestos bichos. Aunque el G.P. levantó piedras y más piedras, y fue afortunado de no ver ninguno, se recomienda calzado adecuado. No hay que olvidar que, aunque altamente improbable, las víboras son frecuentes en las zonas altas de la sierra.
Nosotros nos quedamos con esta lagartija colilarga, común en la zona aunque no tanto como la ibérica (casi se podría decir que comparten territorio). La primera prefiere estos terrenos huidizos y llenos de grietas donde refugiarse.
Y les dejo con este pajarillo que me acompañaba en las expediciones. Si alguien conoce su nombre, que lo indique por favor...
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