Y saltamos de la geología a los hongos, y de Piornal a Galicia... El GP se ha quedado sin salida veraniega para buscar setas. Ni una miserable tormenta ha alegrado el panorama en los días de Piornal o de Ourense. A pesar de ello, los políporos son amigos que no defraudan nunca a los micólogos aficionados: como parásitos que son, se muestran relativamente más independientes del clima que el resto de las setas. Este verano tuvimos la ocasión de contemplar un imponente políporo azufrado en la fiesta del pulpo de Carballiño, en la primera semana de agosto. Se mostraba imponente sobre el pie cortado de un gran roble, con una envergadura de unos 30-40 cm (en Cáceres los hemos visto en Cánovas, parasitando acacias, pero no pasaban de unos diez). Sofía, la fan número 1 del G.P., posaba detrás de él. Este políporo, por su color y su peculiar forma, es uno de los más hermosos que podemos encontrar por nuestras latitudes. A diferencia de otros muchos políporos, el azufrado sí es considerado comestible, y en Estados Unidos recibe el nombre de "chicken of the woods", por su parecido al pollo. A pesar de esta edibilidad, en la mayor parte de Europa no es consumido, y además puede ser ligeiramente dañino -como muchas setas comestibles- para los estómagos delicados. Para nosotros, basta con verlos para disfrutar de ellos.
Arriba, un rincón del parque donde se celebra la concurrida fiesta del pulpo, el primer domingo de cada mes. Aqui los comensales no comen setas, están esperando a que llegue el pulpo y la empanada, entre mesas y gaitas. Las autoridades de Carballiño estiman que alrededor de 90000 personas secundan la fiesta en los últimos años, siempre que el tiempo acompañe. La seta que presentamos se encontró en una de las salidas de este concurrido parque. Al lado, la família del GP zampando empanada y esperando el pulpo y la cerveza.
Arriba, un rincón del parque donde se celebra la concurrida fiesta del pulpo, el primer domingo de cada mes. Aqui los comensales no comen setas, están esperando a que llegue el pulpo y la empanada, entre mesas y gaitas. Las autoridades de Carballiño estiman que alrededor de 90000 personas secundan la fiesta en los últimos años, siempre que el tiempo acompañe. La seta que presentamos se encontró en una de las salidas de este concurrido parque. Al lado, la família del GP zampando empanada y esperando el pulpo y la cerveza.
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