Hemos estado bastante tiempo ausentes de nuestro blog favorito. Como siempre, los proyectos se acumulan y no nos permiten hablar de lo realmente importante. Pero esta vez, la ausencia ha merecido la pena. Aunque este es un trabajo de aula de Ángel Muñoz Álvarez, ¿quién si no el Granito Parlanchín el que está detrás de todo esto? Aquí dejamos constancia de uno que nos ha llevado bastante tiempo desarrollar, y del que nos sentimos orgullosos, gracias al trabajo conjunto con Lola Ballesta y los fantásticos murales del Maestro Iconos, Francisco Aguilera.
1.
Cómo encontrar el fondo del mar en Cáceres.
Desde
los departamentos de geografía e historia de 1º de la ESO y de ciencias
naturales nos hacemos desde hace tiempo una pregunta: ¿Cómo acercar a los
alumnos una materia tan ardua como es la geología, en las distintas variantes
que aparecen en el primer curso de la ESO?
Tanto desde la geografía (los distintos elementos del relieve, la
geomorfología e ideas básicas como la tectónica de placas o la historia de la
tierra), como desde las ciencias naturales (petrología y mineralogía) nos
encontramos con unos contenidos que se hacen alejados de la vida cotidiana de
los chicos y por lo tanto terriblemente aburridos.
Podríamos
hablar de distintos puntos de vista pedagógicos modernos, pero mentiríamos si
no confesamos que desde Aristóteles existe un principio básico en toda
investigación científica, que ningún pedagogo por atrevido que sea ha conseguido
desplazar: la admiración que suscita contemplar el mundo que nos rodea, su
belleza y el deseo intrínseco en el hombre de encontrar un orden –un logos, una
ley- bajo ese mundo natural. Es en definitiva una pedagogía motivada en la
admiración, lo que suscita el deseo de conocer más. Desear conocer por el mero placer
del conocimiento. El problema parte de saber qué es lo que puede suscitar
interés por la geología en chicos de primero de la ESO. Añadamos al deseo
aristotélico los problemas del siglo XXI: una realidad artificial que separa a
los chicos de cualquier encuentro con la naturaleza, incluso en una ciudad
pequeña como Cáceres. En la fiebre Pokemon
del verano pasado los parques de Cáceres estaban llenos de alumnos que
luego descubriríamos que nunca habían observado de cerca esa naturaleza tan cercana
a ellos. Era preciso buscar entornos educativos alternativos para hacer
estimulante una nueva mirada sobre la geología, la geografía o la biología.
Dicho de otra forma, debíamos romper el aula para entrar en contacto con esa
realidad oculta que, bien transmitida, podría resultar fascinante.
Tenemos la suerte que la ciudad de Cáceres
cuenta con un patrimonio geológico casi desconocido, mucho más atractivo de lo
que aparenta a simple vista y que ofrece muchísimos materiales casi sin necesidad
de salir de la ciudad: diversidad de rocas, algunos minerales relativamente
fáciles de encontrar, restos fósiles en el entorno más cercano, estratigrafía,
fallas, fuentes naturales. El pequeño sinclinal paleozoico sobre el que
descansa la ciudad, de más de 450 millones de años de antigüedad, y similar en
formación y petrología al geoparque de las Villuercas, permite tener suficiente
material para un excelente trabajo de campo por parte de nuestros alumnos. Añadamos
a esto que los cerros cercanos a la ciudad permiten reconocer numerosos
elementos del relieve y de la geografía regional, y tenemos una ecuación
perfecta para aunar contenidos de las dos áreas del currículo.
.
2.
Objetivos
Ø Estimular
el contacto con la naturaleza más cercana de la ciudad, potenciando su
conocimiento, el respeto hacia la misma y la necesidad de preservarla.
Ø Favorecer
prácticas saludables para la actividad física como el senderismo.
Ø Desarrollar
habilidades sociales fundamentales cooperativas: reparto de las tareas,
coordinación de los esfuerzos,
Ø Comprender
la importancia del legado geológico de la ciudad y los recursos geológicos de
la misma y lo que ha supuesto esto para su desarrollo.
Ø Identificar
los elementos del paisaje más relevantes del entorno de Cáceres y su
explicación en términos geomorfológicos y geográficos.
Ø Reconocer
in situ algunos elementos geológicos básicos,
como las fallas, restos paleontológicos (graptolites, braquiópodos),
bioturbación y ripples marinos, que den explicación de fenómenos tan abstractos
como la tectónica de placas.
Ø Distinguir
distintos tipos de rocas del entorno de Cáceres: granitos, cuarcitas, pizarras,
areniscas, calizas, tanto usadas como elementos de construcción como en su
ubicación original.
Ø Utilizar
mapas de distinto tipo (topográficos, temáticos, planos de ciudad) que permiten
al alumno orientarse u obtener información sobre alguna cuestión relevante de
interés geográfico o geológico.
Ø Identificar
elementos propios del entorno paisajístico cacereño propios del otoño,
especialmente frutos silvestres y hongos, haciendo distinción entre hongos
venenosos y hongos comestibles desde el
mismo parque del Príncipe.
Ø Desarrollar
la autonomía personal a través de la comunicación de ideas y transmisión de
conocimientos hacia alumnos de otros niveles educativos.
3.
Desarrollo del proyecto.
El
proyecto se desarrolló en cuatro etapas, sin contar una etapa preparatoria,
independiente del proyecto pero necesaria para su desarrollo, y que partió del
curso anterior como una actividad de la biblioteca escolar, por la que se
clasificó y etiquetó adecuadamente todo el material geológico del laboratorio
escolar.
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a)
Un fósil marino en Cáceres.
Decidimos
seleccionar la pregunta que permite estimular la curiosidad de nuestros
estudiantes. Llevamos a clase unos ejemplares de skolithos (galerías de gusanos
cavadores de hace 450 millones de años), conservados en cuarcita armoricana,
relativamente común en el sinclinal de Cáceres. La siguiente pregunta era
sencilla: Si han existido gusanos marinos en Cáceres, ¿dónde está el mar en
Cáceres? ¿Cómo ha llegado hasta aquí? ¿Qué hipótesis tenemos disponibles desde
la ciencia geológica contemporánea para explicar semejante cosa? ¿Cómo puede
ser corroborada esta hipótesis en última instancia? Esta es una pregunta que
después comprobaríamos que suscita la misma curiosidad para los adultos, y que
actúa de detonante para que los alumnos investiguen lo que supone la tectónica
de placas.
Para
poder ir más allá de las explicaciones de aula, decidimos iniciar nuestro
trabajo movilizando la amplia colección de geología que tiene a disposición el
centro, unido a muchos ejemplares propios de la comarca de Cáceres traídos por
profesores y alumnos. Los preparativos para esta exposición se remontan a los
comienzos del curso, cuando alumnos voluntarios de la biblioteca clasificaron y
colocaron los letreros pertinentes para cada roca y mineral durante los
recreos.
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b)
Exposición de partida.
|
El ciclo de las rocas para los más pequeños. |
Todos
estos materiales fueron agrupados en varias secciones: petrología y el ciclo de
las rocas, mineralogía atendiendo a sus características básicas y su
composición química, paleontología (con una breve historia de la vida,
atendiendo al registro fósil de Cáceres), y por último, elementos de
geomorfología de interés (sedimentación, estratificación, diaclasas, pliegues y
fallas). Nuestra exposición incidía con más fuerza en los dos últimos puntos
(el registro paleontológico y las fallas y pliegues), ya que era el punto de
partida de la lección teórica, con el fin de justificar la presencia del océano
en el suelo de Cáceres y la idea de que la tierra no es una masa estática, a
pesar de que no percibamos su dinamismo en nuestra propia ciudad y en un
singular momento de la historia.
Con
estos distintos apartados también intentábamos establecer vínculos entre las
materias de geología y biología con los contenidos de geografía e historia. Las
explicaciones alternaban entre el español y el inglés, puesto que la asignatura
de ciencias sociales se imparte desde la sección bilingüe. Igualmente los
carteles explicativos y paneles fueron realizados por los alumnos en ambos
idiomas y durante los recreos en la biblioteca del centro.
|
Echando fotos a una drusa de calcita. |
Los
alumnos quedaron repartidos en varios grupos para una buena comprensión de los
contenidos. Igualmente, las explicaciones garantizaban también el uso de las
mismas rocas y minerales. Se fomentaba su manipulación, se comprobaba su dureza,
el peso, su raya, texturas, organización cristalina etc… para intentar hacer lo
más interactivo posible el aprendizaje.
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c)
Trabajo de campo.
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Descendiendo de la Sierrilla. |
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Alicia en la ronda norte. |
Una
vez que estaba montada la exposición del centro, iniciamos una ruta que nos
permita alcanzar el punto geodésico de La Sierrilla, en el que atravesábamos
determinados referentes geológicos y geográficos de la ciudad. La ruta cubre
una distancia de unos 5.7 kilómetros, atravesando el parque del Príncipe,
fuente de Aguas Vivas, rotonda del Casar, Ronda norte, depósito de la Sierrilla
hasta llegar al punto geodésico, y descenso hasta Fuentehinche. El trayecto
estaba jalonado por distintas actividades y recogidas de muestras y evidencias,
ya fuesen físicas o en forma de fotografías: a) reconocimiento de materiales ornamentales
(granito y caliza) en construcciones urbanas en el Parque del Príncipe, b)
recogida de hongos silvestres, y distinción entre hongos comestibles y
venenosos, c) reconocimiento de la ubicación de fuentes y manantiales en la
vaguada de Aguas Vivas, d) Avistamiento de la falla de la Rotonda del Casar, y
análisis geológico del terreno –dendritas, cuarcitas y pizarras, bioturbación, ripples, estratigrafía, falla inversa…),
e) subida al depósito y recogida de muestras de minerales y rocas f) Análisis
de mapas y ubicación de los elementos del relieve visibles desde el alto de la
Sierrilla y g) Análisis de la estratigrafía, plegamientos en las cercanías de
Fuentehinche.
. .
d)
Presentación de “Cáceres,
hace 450 millones de años”.
|
Carteles de la exposición, de Francisco Aguilera. |
Cada
grupo de tres alumnos trajo consigo materiales diversos (rocas, minerales,
hongos…) así como todas las evidencias fotográficas requeridas en sus fichas,
de carácter geográfico y geológico. Después de una clasificación básica en el
laboratorio de ciencias y de visualizar el material fotográfico, seleccionamos
las mejores muestras y las presentamos complementando el resto de materiales ya
clasificados previamente. Así quedó completa la exposición, y la última fase
del proyecto era la presentación de todo el trabajo en conjunto por parte de
los alumnos de 1º de ESO a sus compañeros más pequeños, de 3º y 4º de primaria.
Eso les convertiría en profesores y guías por un día. Cada grupo seleccionó a
un responsable para esta tarea, y posteriormente se coordinaron en la
biblioteca y el laboratorio para repartirse las distintas partes de la
exposición: taller fotográfico, materiales de Cáceres y de la zona de la
Sierrilla, evidencias geomorfológicas, el ciclo de las rocas, la clasificación
de minerales y por último la historia de la vida en Cáceres. El apoyo de los
profesores de primaria resultó imprescindible para el adecuado desarrollo de la
activdad. Los niños de primaria se repartieron en pequeños grupos que irían
pasando por los distintos apartados de la exposición, sin que prácticamente los
profesores interviniesen lo más mínimo y convertidos en meros espectadores de
las explicaciones de los alumnos de la ESO. El proyecto concluyó con una
valoración de la actividad en conjunto y lo que supuso para el conjunto de la
clase.
4.
Metodología empleada.
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Más careles de Francisco Aguilera. |
Un
proyecto como el que nos embarcamos implicaba una serie de distintas
metodologías aplicables a distintas fases del proyecto. Aprendizaje por
experimentación directa, constructivismo y aprendizaje vicario están dentro del
marco más general, que se traducen en las siguientes metodologías.
Ø Aprendizaje significativo. En
el marco teórico, intentamos integrar al alumno dentro de su propio
aprendizaje. Así alternábamos explicaciones teóricas basadas en un aprendizaje
significativo y constructivista, partiendo de aplicación de técnicas TBL
–aprendizaje basado en el pensamiento- (destreza de comparar y contrastar, todo
y las partes, explicación causal), aplicación del método hipótetico-deductivo (formulación
del problema -¿por qué Cáceres fue el
fondo del mar hace miles de años?-, brainstorming
que permitan lanzar hipótesis para que puedan después ser corroboradas bajo
evidencia empírica).
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Explicando fotografías del taller. |
Ø Utilización
de recursos digitales. Mediante el empleo de cámaras
fotográficas y móviles, los alumnos tenían que trabajar con fotografías que
sirviesen de evidencia empírica de las muestras y eventos geológicos y
geográficos que pudiéramos encontrar. Igualmente, los alumnos debían realizar
búsquedas en Internet en mapas de geología y geografía especializadas, como el
MAGNA50, SIGPAC, GoogleEarth o páginas dedicadas a la geología local (blogs de
naturaleza).
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Chicos de 1ºESO explicando fósiles a los de primaria. |
Ø Aprendizaje
cooperativo. El desarrollo de la actividad iban más allá
del necesario trabajo por grupos. Las labores explicativas de los alumnos
hacían necesarias un adecuado reparto de las tareas, la organización del
espacio, la gestión del tiempo y la división del trabajo de cara a desarrollar
sus propias explicaciones a los cursos más pequeños. La exposición se debía
explicar por secciones y eso implicaba que cada parte debía comprometerse a
hacer un buen trabajo para un correcto desarrollo de la actividad. Utilizando
el aprendizaje vicario, o aprendizaje por imitación, impulsábamos a los alumnos
a convertirse después en guías a partir de la observación de las explicaciones
de los propios profesores en las primeras fases del proyecto. Incidimos en que
no eran tanto los contenidos desarrollados por el profesor, como las formas y
maneras de comunicación, en lo que tenían que centrarse, de cara a convertirse
ellos mismos en guías de sus compañeros más pequeños.
5.
Ampliación del proyecto: la exposición permanente.
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Día de puertas abiertas para los padres. |
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Dado
el éxito entre los alumnos, los profesores del área estudiamos una posible ampliación
del mismo proyecto. Entre las actividades de ampliación se desarrolló la exposición guiada a los padres del centro en el
día de puertas abiertas, así como establecer una colección geológica permanente
en el centro, pública y visitable, que pueda ser incrementada año tras año con
las sucesivas aportaciones de los alumnos en distintos trabajos de campo
recorriendo distintas áreas del sinclinal de Cáceres. Un esfuerzo en este sentido ha sido la creación de carteles de geología por Francisco Aguilera, usando el texto y algunas imagenes propias del G.P.
Igualmente, hemos
decidido por otro lado no ampliar la explicación guiada a otros niveles del
centro para poder garantizar su viabilidad para los años siguientes, de manera
que el próximo curso pueda desarrollar la misma actividad hacia alumnos
distintos.