Si esta estación se está caracterizando por algo, es por la falta de agua y el frío. Efectivamente, el mes de noviembre ha sido el más seco de todos los que tenemos registrados en Cáceres (0.6 mm en todo el mes: ha llovido más en verano que ahora). Un potente anticiclón atlántico ha hecho de las suyas y no ha permitido la llegada de ni una sola borrasca del frente polar ni tampoco ha permitido formarlas entre las Canarias y el golfo de Cádiz. Eso sí, una vaguada ha posibilitado la llegada de mucho frío del norte, nada habitual para el mes de noviembre que ha dado al traste rápidamente con la temporada de setas. Ejemplo de ello lo tiene el G.P. en las últimas salidas de noviembre. Ni un solo hongo y mucho mucho hielo, algo más de lo habitual.
Ciertamente, en el clima mediterráneo caben estas cosas tan extremas. Pero tantas veces juntas en tan poco tiempo siempre llama la atención del que tenga curiosidad en la climatología. Tenemos en unos pocos meses tres registros récord: uno de los marzos más lluviosos de la historia (casi tres veces más de lo normal), el mayo más frío desde 1985, y ahora se acompaña el noviembre más seco en nuestro registro local -también ha sido extremadamente seco en buena parte del país-. El cambio climático no ocurre solo con tifones en Filipinas; también está a nuestro alrededor, inerme por el momento, hasta que toque la campana. Desgraciadamente estamos demasiados ocupados en otras cosas como para tener un instante de reflexión sobre todo esto.
fantasmagórico aspecto de un olivar en el centro de la Sierra de la mosca (inicio del arroyo Valhondo, cerca de la mina de Valdeflores).
Un saludo angelillo.
ResponderEliminarSaludos, feliz año y felices piedras!
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