La sierra de Canaveral al fondo, con las nieblas del Tajo cortando su base.
Lo bueno de subir al monte de Aguas Vivas (desconozco su nombre ahora) es que se puede convertir en cita tanto para amantes de las setas como de la geología. Y para estas épocas del año, donde se hace ya aconsejable un cambio de tercio en nuestras preocupaciones naturalistas hace de transición inevitable. Así que después de buscar unas cuantas setas -que todavía aparecían por todas partes- nos centramos en mirar por los canchales y buscar cuarzos y cuarcitas en algunos lugares visitados por los buscadores de piedras -basta mirar la cantidad de rocas partidas que hay por algunas partes para saber que por ahí han pasado los picapedreros-. En este lugar podemos encontrar hermosos cuarzos cristalizados y minerales mucho más raros como las atanasas Nosotros acabamos mirando más las cuarcitas y sus formas...
Clitocybes gigantes fotografiados pocos días antes de acabar el 2014. Nuevamente, setas completamente fuera de temporada. Formaban una hilera enorme en un entorno dominado por retama, cantueso, brezo y encinas bajas y algunos de los sombreros llegaban a los treinta centímetros. Esta seta solo la hemos visto en otra ocasión en Sierra de Fuentes, hace unos cinco años. Aquí aparecían en la ladera oeste del monte, justo la opuesta a la ciudad.
Dos fotos curiosas, de estratificación y plegamiento y que el GP en sus tiempos más jóvenes no era capaz de distinguir muy bien...
En la imagen de arriba, vemos una estratificación cruzada en la cuarcita armoricana de la Sierra de Aguas Vivas. Abajo, el inicio de un plegamiento de los estratos cuarcíticos. La primera imagen nos muestra una estructura típicamente sedimentaria. En cambio, la de abajo son ya efectos de un metamorfismo débil en la zona, pero capaz de iniciar un cambio morfológico en las rocas.
Fantásticas ramarias, hongos de forma extravagante, muy abundantes bajo las encinas con mucho humus. Algunas de estas ramarias se nutren de madera muerta, como ocurrió en la propia casa del GP en las últimas navidades con el serrín pocho del Belén.
Las primeras flores del cantueso por la sierra. Al igual que la retama blanca, no es difícil encontrarlas empezando la floración desde principios del invierno.
Últimas muscarias de la temporada, antes de las primeras heladas de enero. ¡Hasta la temporada que viene, queridos hongos!
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