Salto al vacío de la Vanesa (familia de las nymphalidae) desde una escobilla, en el cerro de los pinos o Cabezarrubia, un lugar estupendo para ver mariposas en esta época. |
Nunca lo hemos hecho, dijeron algunos.
Está demasiado alto, dijeron otros.
Podemos morir en el intento, susurraron.
Nuestros cuerpos no aguantarán, gritaron.
Finalmente Vanesa dio el salto,
y descubrieron que tenían alas para volar,
que ya eran mariposas, y no orugas.
La soledad de Vanesa. |
El cuento podría acabar ahí. Y podría hablar de mariposas liberadas, pero las orugas prefirieron seguir siendo gusanos satisfechos. Al menos eso es lo que pensó Vanesa cuando se enteró de lo del Brexit y lo de las elecciones en nuestro país:
El miedo atenaza nuestros sueños y nos deja paralizados.
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