Tres momentos de niebla desde las escombreras de Mina Esmeralda. Andaba el G.P. buscando hierbajos y rocas calizas, cuando se vio sorprendido por una espesa niebla; algo fácil de predecir después de unos cuantos días de lluvias (esto ocurrió el primer día de abril). Tan pronto venía la niebla como se iba, y jugaba a lanzarse laderas abajo de las minas. El pequeño resalte topográfico permitía deshacer la niebla y reagruparse poco más abajo, como si de una lanzadera se tratase. En poco tiempo el valle del arroyo de mina Esmeralda fue cubierto con un mar de nubes, como si de altos picos se tratasen. Aunque el G.P. no encontró gran cosa en esa salida, tan solo ver estos juegos de la niebla mereció la pena. Aparte, gran cantidad de muscari y las primeras amapolas empezaban a pintar de violeta y rojo el paisaje agreste y escarpado de la zona. Aún no ha empezado el auténtico boom primaveral, pero promete.
Sem comentários:
Enviar um comentário