Bejines: las setas favoritas de los niños. No por sus cualidades culinarias -ramplonas-, sino por ser la la família de las típicas setas bomba que explotan cuando se secan. Juan y el GP se lo pasan en grande reventándolas cuando son adultas.
No acaban de arrancar las setas este año; a pesar de la lluvia, las grandes estrellas perseguidas por micólogos (descontando los champiñones) no acaban de parecer, al menos cerca de Cáceres. Un paseo en bicicleta por los prados y dehesas de las Capellanías nos ofrecen sin embargo las setas típicas de la zona. En los pastizales cacereños lo normal es encontrarse con bejínes, a veces formando buenos corros de brujas, y esos bejínes pueden llegar a ser grandes como nuestros puños. Son habitualmente las setas más tempraneras en estos parajes. Aparte de los champiñones silvestres, es fácil encontrarse con tres géneros más por estas zonas: las volvarias (Volvariella speciosa), los clitocibes blancos y las senderuelas. Si el ganado suele pastar por la zona, añadimos también paneolos y estrofarias.
Un bejín peculiar que halló el GP es el que presentamos con forma de pelota de fútbol, y con ese peculiar enrejado pentagonal oscuro. Por más que estuvimos investigando, no hallamos una relación adecuada con alguna especie, sin embargo, ahora optamos por tratarse de un ejemplar algo pasado de la muy común Bovista plumbea. Esta seta, cuando es joven, presenta la carne blanca, al igual que el resto de los bejines: es un buen dato para distinguir el género frente a las esclerodermas, de carne parda u oscura. Los pedos de lobo suelen presentar, además de carne blanca un pie algo más alargado. Nuestros bejines presentan un aspecto más redondeado.
En cualquier caso, como decimos arriba, los pedos de lobo y bejines son las setas favoritas de los niños: son unos "petardos" o "bombas" naturales de lo más divertidas para estallarlas y llenar de "humo" el ambiente. Y encima estas setas se pueden encontrar desde el principio del otoño hasta el comienzo de la primavera... diversión garantizada.
En cualquier caso, como decimos arriba, los pedos de lobo y bejines son las setas favoritas de los niños: son unos "petardos" o "bombas" naturales de lo más divertidas para estallarlas y llenar de "humo" el ambiente. Y encima estas setas se pueden encontrar desde el principio del otoño hasta el comienzo de la primavera... diversión garantizada.
Ya en terreno de dehesa (Santo Toribio), nos encontramos con muy pocas setas. Sin embargo, como apuntábamos la semana pasada, las estrellas de tierra y los marasmios aparecen por todas partes, y algunas de ellas con una espectacular belleza, gracias a la humedad del terreno.