DE VISITA... AL MOJÓN BLANCO

Esta vez el G.P. rompe las fronteras del municipio de Cáceres y se refugia de los calores del verano en las sierras piornalegas. En la visita al Mojón Blanco (la sierra que geográficamente está entre Piornal y la Vera) el tío Crispi tenía reservados algunos interesantes hallazgos que hicieron las delicias del G.P., entre ellas, trampas para lobos, fuentes de cabreros, canteras abandonadas y curiosas formaciones geológicas, propias de la zona.

El Granito Parlanchín propondría un mapa de cómo hacer esta ruta, pero todavía no lo tiene muy claro; en cualquier caso, resulta muy triste que no exista ni una sola indicación, ni un solo letrero, para estos senderos. Valiosos hallazgos corren peligro de perderse para aquellos que no viven en la zona; los piornalegos, refugiados en sus cerezas, parecen no conceder la más mínima atención a todo aquello de valor ecológico o histórico.

Los brezos, arbustos compañeros en todo el camino hacia el Mojón Blanco. Mi suegro Nicolás comentaba que sus raíces eran la "leña de los pobres". Con un elevado poder calorífico, la gente humilde los recolectaba trabajosamente para el largo invierno.

Todavía puede verse algún rebaño de cabras atravesando la carretera rumbo a los pastos del monte. Hace décadas, esta imagen era la normal. La decadencia de la ganadería caprina explica el estado de dejadez de los montes de alrededor de Piornal.

Interior de una antigua trampa para lobos, en dirección al mojón Blanco. Se dejaba allí un cabrito para que los lobos se lo comieran. Una vez que se introducían dentro de la trampa, su forma piramidal no les permitía la salida y los cazadores los capturaban al día siguiente. Desgraciadamente la lobera corre el riesgo de venirse abajo y quedar disimulada entre los brezos.

Curiosas piedras de granito erosionadas por la acción del hielo y el agua. Las hediduras redondas formadas por la erosión servían a los cabreros como depósitos de sal para sus cabras. Por otro lado, las condiciones climáticas de la sierra originan en el granito alargadas lascas que se usaron masivamente para revestimiento de los edificios.

Una de las fuentes de cabreros abandonadas entre los pastos, brezos y helechales, esta de 1954. La hierba oculta varios pilones de granito en paralelo con la fuente. Según los lugareños, estos pastizales húmedos son peligrosos puesto que abundan las víboras y no se ven: son recomendables las botas.

Nuevas riquezas: explotación de granito al sur del Mojón Blanco. Piornal cuenta con dos explotaciones de granito, aunque actualmente solo está en funcionamiento la que aparece en la imagen. El granito que se extrae, variedad "pinto", es un granito biotítico de considerable dureza.