Peor suerte han tenido los pobres sapos en este verano. No resulta difícil encontrarse con el cadáver "ahogado" de alguno de ellos en el fondo del estanque (cada año me encuentro un par). Acuciados por el calor, cayeron al estanque, pero estos no suelen aguantar tanto tiempo en el agua como sus congéneres las ranas verdes.
quarta-feira, 30 de setembro de 2009
1,2,3,4,5... QUIÉN DA MÁS.
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