Ñam, ñam, ñam...
Iba la semana pasada por el parque del Príncipe y en tales sitios no puedo evitar sacar la cámara de fotos. Me encontré una pareja de urracas, pero nada más ver mi objetivo saltaron del árbol y se alejaron. Fue entonces cuando mi vista se cruzó con un simpático mirlo negro rebuscando entre la hierba, junto a una banda de gorriones. Mi sorpresa fue grande cuando descubrí que su cuello tenía un mechón claro y parte de su cola era blanca. Lamenté interrumpir su desayuno de lombrices de tierra y me quedé observándolo un buen rato. Parece ser que las trazas de albinismo constituyen algo bastante corriente entre los mirlos, aunque es sumamente raro encontrar un mirlo completamente blanco.
El mirlo es quizás de los pájaros más comunes de los parques de Cáceres. Su color negro revela al mirlo macho, mientras que las hembras y jóvenes tienen colores más parduzcos. En el parecer del GP, este es uno de los pájaros con canto más armonioso, y además, se puede escuchar a las horas más intempestivas. Tuve la suerte de vivir varios años en compañía de uno que nos despertaba cada mañana temprano. Despertándose en compañía de los mirlos, uno parece que tiene mejor día. Ahora solo me quedan los estorninos...
Sem comentários:
Enviar um comentário