terça-feira, 20 de julho de 2010

CUANDO SALÍ DEL NIDO (II)

En nuestros paseos por el parque del Príncipe seguimos encontrándonos con esos hijos que les cuesta abandonar la tutela de los padres (debe estar en la naturaleza extremeña este tipo de comportamientos). Aquí tenemos a un joven mirlo que todavía pide a su progenitor un poco de comida.

Otra forma de defensa ante lo desconocido: los recién salidos del nido se juntan en grupos e inician su andadura por el mundo en bandadas. Aquí parece que estos gorriones no las tienen todas consigo para bajar al canal y saciar su sed. 

En muchas ocasiones la propia coloración  y el plumaje de las aves delata su juventud. Aquí vemos un rabilargo cuya coloración en la parte superior de la cabeza todavía no ha alcanzado el tono oscuro de los adultos.

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