segunda-feira, 25 de agosto de 2014

CORNUBIANITAS EN LOS BARRUECOS

 El profesor Ladislao junto a las cornubianitas en los Barruecos.
Detalle de la fractura de esta dura roca.


 Si paseamos tranquilamente por los Barruecos, tarde o temprano nos toparemos con unas piedras negras, duras y angulosas, que rompen con la monotonía del granito dominante. Estas piedras negruzcas, aparentes cuarcitas, reciben el nombre de cornubianitas o corneanas.  
A pocos les sonará el nombre, pero quizás todavía alguien se acuerde de un viejo spot publicitario de hace algunos años  en el que un aburrido profesor de vieja escuela hablaba sobre geología de espaldas a los alumnos, y mientras se hablaba de las cornubianitas con voz monótona y tediosa, el maestro pronunciaba: "Ramírez que le veooo".  La cornubianita ha tenido la desgracia de significar algo así como el aburrimiento escolar personificado y el fracaso pedagógico más absoluto. Más allá de la anécdota, esta es una roca que dista de estar extendida ampliamente, y siempre presenta un carácter local, creada por condiciones particulares de metamorfismo de contacto. Si paseamos por los Barruecos será fácil encontrar de cuando en cuando piedras negras muy duras que contrastan fuertemente con las masas de granito dominante por todas partes. Estas piedras negras son las corneanas o cornubianitas y están intrínsecamente ligadas al surgimiento de estas masas ígneas. 
Los granitos de Malpartida, integrantes del batolito de Cabeza de Araya, al  elevarse hacia la supeficie terrestre fueron calentando y horneando las rocas que les rodeaban. Pero en ocasiones, parte de esas rocas quedaron atrapadas dentro del propio batolito y no llegaron a fundirse del todo. Estas rocas, completamente “quemadas” quedaron sometidos a un fuerte metamorfismo que cambió toda su estructura y las convirtió en corneanas. Sus minerales se transformaron fundamentalmente en anfíbol o piroxeno que les confiere ese color negro característico. Su fractura concoidal nos puede recordar a la cuarcita, pero las cuarcitas por lo general son más claras y se encuentran en terrenos completamente distintos (al no ser que entren en contacto directo con la intrusión granítica). 
 Un gran enclave de cornubianitas al descubierto junto a los hermanos Escalante, antiguos alumnos del GP. Aquí se puede apreciar todavía la disposición estratificada de la roca originaria, pero por lo general, las cornubianitas suelen estar más dispersas y en enclaves más pequeños.
                    Fragmentos de esta roca. El contraste con el granito dominante es evidente.
 El pobre Granito Parlanchín, atrapado entre los granitos de acceso a la cueva de puntos rojos. Demasiado gordo para pasar ágilmente.

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