quarta-feira, 24 de dezembro de 2014

NÍSCALOS NAVIDEÑOS, OTOÑO CALIENTE




Lactarius Deliciosus. Según los expertos, un tipo de níscalo superior al L.Deliciosus, en cuestiones culinarias, es el sanguifluus, aunque verdee algo más. El GP da buena cuenta de los níscalos del campo de su familia.
Gotitas de la leche naranja, propia de los níscalos y buen indicador para evitar confusiones con otros lactarios similares, como el níscalo falso de la encina (de leche amarilla). Queda para otro año un reconocimiento pormenorizado de níscalos.

    ¿Quieren un buen indicador de temperatura para nuestrro otoño? Pues consulten a los hongos. El GP no había visto tal cantidad de setas a finales de diciembre (ya con el invierno entrado) como en este año, de la misma forma que nunca vio una explosión de setas semejante a la que vimos ya en la segunda semana de septiembre. En años anteriores, la temporada de setas quedaba reducida de la segunda mitad de octubre hasta las primeras semanas de diciembre. En navidad era habitual encontrarse con setas de temporada como el pie azul o los champiñones más resistentes. Sin embargo una seta como el níscalo, aunque aguante las primeras heladas, no resultaba tan común en esta época, al igual que algunos boletus que hemos visto estos días. En definitiva, la temporada de setas de este año ha comenzado al final del verano y ha aguantado hasta el comienzo del invierno. Casi cuatro meses enteros con setas hasta las orejas.


      La razón no es casual; según la AEMET, estamos ante el otoño más caluroso desde que se inició la serie en 1961, con un valor que supera una media de 2,4 grados a la temperatura media de esta época del año. Pero al mismo tiempo, ha sido un otoño generoso en lluvias. Humedad y calor, la síntesis perfecta para que las setas llenen nuestros montes, pero no solo ellas. Afluencia de níscalos en diciembre, campos resguardados con flores, falta de heladas,
 anfibios que se siguen viendo más de la cuenta… Y eso que la zona de Cáceres ha sido la que menos se ha separado de la media histórica, con tan solo un grado más de lo normal, pero disfrutando de un otoño en general húmedo. Indudablemente, nuestra época es una época de excesos climáticos, probable resultado de los excesos propios de los hombres. El futuro pinta ecológicamente muy desajustado e imprevisible, y el GP tiene la sensación de tener que disfrutar al máximo de determinados momentos como este otoño tan micológicamente activo. Vaya usted a saber lo que nos deparará el futuro.  
Selfie del GP. cuando busca setas en su campo.
 La ovejita del Belén les desea felices fiestas y feliz año.

terça-feira, 23 de dezembro de 2014

ENCUENTROS POR EL MONTE...



 
    Falsos níscalos en los pinos. Por lo general, cualquier lactario que no crezca bajo los pinos es rechazable. Pero muchas veces, falsos níscalos se cuelan en la acícula de los pinos. Para no equivocarnos, tenemos que fijarnos en la carone, anaranjada en el níscalo, y amarilla o blanca en los demás. También en el color de la leche, amarillento y abundante en estos falsos níscalos. La carne además no verdea, como suele ocurrir en los níscalos. Todo esto y más en un minuto de explicación in situ, como se debe aprender sobre setas.
 
Si hay una cosa que al GP le llama la atención es cómo tantas veces que sale por los montes y campos cercanos a Cáceres, ve tan pocos seteros. Ciclistas, paseantes con sus perros, cazadores, esparragueros, luchadores contra la obesidad, atletas, pero muy pocos seteros. A lo sumo uno o dos cada temporada. Hace nada tuve la suerte de encontrarme con uno, de esos de libro, con su cesta de mimbre  y su andar zigzagueante, deteniéndose en un arbusto tupido o la sombra de una encina o un pino. Yo iba bajando la cañada del Casar desde el cerro Otero con mi cámara y mi sucia mochila, cogiendo alguna piedra de cuando en cuando y sin separarme de la pista de tierra. Pero finalmente, acabamos coincidiendo en alguna seta. Es lo que suele pasar. Así que cuando me detuve para fotografiar una amanita (vinosa, tiendo yo a pensar), él me confundió con un amigo y se acercó a mí.
-   Perdón me he equivocado…, ¿vas a fotografiar así, en crudo, sin macro ni nada?
La pregunta la hizo con tal extrañeza que el GP se sintió un auténtico ignorante.
-   Pues como salga… dije yo, a la defensiva. Me gustan las setas, fotografiadas.
-   Yo también tengo mis archivos, pero como más me gustan son comidas. Ahora, yo no soy ningún experto. Hay que conocerlas muy bien.
Y como un Sócrates micólogo, que afirmaba que de nada sabía, empezó a largar nombres científicos y peculiaridades de cada seta, hasta el punto de hacer sentir al pobre GP que cada vez que abría la boca, metía la pata, y sentía un creciente bochorno. Tal era así que no tuve el coraje de decir que llevaba un blog de naturaleza, por si la respuesta era demasiado hiriente. Así, me contenté con recibir su sabiduría separando lactarios, especies de amanitas, mostrando cortinarios y tipos de boletales de los que yo no tenía ni idea.
- Mira, por aquí hay boletos, decía yo.
- Bueno en realidad no son boletos, son del tipo leccinum y apenas saben a algo. Lo bueno de los boletos es que da igual si te equivocas, a lo sumo, te amargan el guiso, y por aquí no hay boletos de Satanás.
- ¿ah, no?
- Pues no, la gente los confunde con frecuencia.
- Aaah, contestaba el GP meneando la cabeza cual tonto.
Sin darme yo cuenta, iba siguiendo el zigzag del setero y desviaba mi ruta para ver qué es lo que encontraba. Llegamos a un lugar espantosamente maltratado. Multitud de lactarios y rúsulas habían sido levantadas o descuartizadas, y daban tristeza verlo.
-   La gente es la leche, el otro día vi un viejo que con un bastón iba levantando cada una de ellas, para ver si eran o no comestibles. Llegará un día que no nos quede ni una sola seta, y haremos como los alemanes, que nos volveremos todos ecologistas cuando no nos quede ni un solo bosque. Mira la Amanita cesarea…
-   ¿Hay amanita cesárea?
-   Pues sí, pero desaparece de inmediato. En cuanto sale un huevo, ya alguien lo coge. Un desastre…
      Durante un rato más estuve preguntando por una seta detrás de otra, como un niño de cuatro años. Y qué es esto, y esta otra, y esta de más allá… Y sin darme yo cuenta, el señor empezó a dar respuestas evasivas. Pues no lo sé, vete tú a saber, hay tantas setas por el campo.... Indudablemente, un agradable encuentro en mitad del monte se estaba convirtiendo en una aburrida clase de micología, excitante para mí pero cansina para él. Era evidente que le estaba interrumpiendo su paseo campero. Así, llegó el punto de ruptura educada y la despedida rápida.
-   Mira, me tengo que ir rápido ladera del monte abajo. Se me va a hacer la noche en un momento, y si quiero encontrar algo…
-   Ah sí, sí, sí… a mí también se me hace tarde. Tengo que volver para arriba, contesté automáticamente. Adiós.
Se me olvidó dar las gracias o desear la muletilla navideña de felices fiestas. Después me encontraría algo más arriba, bajo unas piedras cercanas a un pino, tres buenos níscalos. Sentí ganas de llamarlo o dejárselos en mitad del camino. Pero el hombre ya estaba perdido,  y no tenía interés que algún animal de dos patas las rompiese por mero gusto de hacerlo, así que los dejé donde estaban.

domingo, 21 de dezembro de 2014

EXPLOSIÓN DE SETAS EN EL OLIVAR DE LOS FRAILES

Níscalos (parte central), rúsulas (a la izquierda) y algún tipo de Leccinum a la derecha. Todos ellos, compartiendo hábitat entre las acículas de un puñado de pinos carrascos en lo más alto del Olivar de los frailes. Esto fue el 15; una semana después, no había ya ni rastro de níscalos.
Preciosos lactarios con apariencia de níscalos.Para evitar confusiones, basta mirar el árbol bajo el que se cobija: si, como en este caso, son encinas, tengamos por seguro que no son níscalos y que muy posiblemente se trate de especies incomestibles y picantonas.  

Un último tesoro que añadir: tricoloma azufrado. La fotografía no  hace honores del intenso color amarillo que muestra esta seta. Nuevamente el color lo hace inconfundible, pero si no nos fiásemos, basta olerlo. Hasta la nariz escasamente desarrollada del GP es capaz de distinguir un olor tan fuerte como el de esta seta. Huele como si acercásemos la nariz a una bombona de butano abierta.
 Más tricolomas azufrados. Estaban por todas partes, pequeños y grandes, con sus largos pies levantándose desde el suelo. Pueden confundirse con las setas de los caballeros, pero el olor, las láminas separadas y el pie más estilizado permite diferenciar bien ambas setas.
 Los boletus no faltan a la cita, aunque menos, tal vez porque sean buscados. En este caso, posibles Boletus fragans, comestibles. De todos modos, el GP sigue siendo un negado en cuestión de boletus.
Estupendos tricolomas, quizás  Tricholoma saponaceum. Su sombrero puede dar la sensación de encontrarnos ante las amanitas phalloides, pero basta mirar su pie para observar que no tienen nada que ver con estas setas venenosas.
Las bonitas amanitas de pie grueso (Amanita spissa) también animaban el ambiente setero del parque... Aquí, sobre otro hongo que ya ni me dio tiempo a mirar.
      El último fin de semana (15 de diciembre) fue de estos que permiten una fugaz explosión micológica. Días de lluvia, seguidos de tiempo en calma sin temperaturas demasiado bajas y con buenos ratos de sol. Lo idóneo para que una gran mayoría de hongos vuelvan a salir, incluso aquellos que habitualmente faltan ya a estas alturas. Evidentemente, no se encuentran ya por todos lados, pero un lugar tan particular como el Olivar de los frailes, bien resguardado y con distintos tipos de vegetación, sigue siendo un lugar idóneo para estas ocasiones. Una semana después (ya rozando navidades) y tras algunos días de frías nieblas el GP pensó que las setas habrían pasado a mejor vida, pero ¡fíate tú de los hongos! El parque seguía intensamente cubierto de ellas y algunas más se habían sumado a la fiesta. Ya no había níscalos (tal vez alguien les haya sacado un buen partido) pero el resto seguían ahí, incluso más bonitas que la última vez: volvarias, tricolomas, lactarios, rúsulas, amanitas, boletus y otras más diminutas que directamente ya no nos dio tiempo a observar... La terrible lástima era que muchas de ellas, estaban magulladas y reventadas en pedazos por los paseantes o levantadas por animales (vimos conejos merodeando entre setas). Si no fuese por eso, hablaríamos de un auténtico tapiz bajo algunas encinas... Un buen lugar, en definitiva, para decir adiós a la temporada, que ha sido bastante generosa.

Un pequeño pinar en el olivar de los frailes permite que setas como los níscalos hagan su aparición, añadiendo más especies a la colección del bosque mediterráneo. Decididamente, constituye un lujo tener semejante variedad tan cerca de la ciudad. Alguna ventaja tenía que tener vivir en la Vetusta del sur.

sábado, 13 de dezembro de 2014

SETAS DE LA CACA: STROPHARIA SEMIGLOBATA.

Stropharias subglobosas creciendo abundantemente sobre las boñigas de las señoras vacas.

      Con este apelativo poco agraciado hablamos de un conjunto de setas que suelen crecer en un entorno bastante particular y selectivo: los excrementos del ganado y sobre todo, la caca de las vacas. Pero no pensemos que estas setas no muestran interés. Más bien al contrario, hay mucha gente que va por el campo en busca de estas pequeñas setas. A priori no apetecería mucho el consumirlas, pero sin embargo cuentan a su favor que un importante número de ellas tienen sustancias psicotrópicas y alucinógenas que las hacen atractivas para estos otros micófogos no necesariamente interesados en el arte culinario. Y lo cierto es que el viaje y la nueva apertura de experiencias a los sentidos están garantizados. El GP comió inocentemente una vez un psilocibe y no lo olvidará durante largo tiempo: no vio enanitos azules saliendo de una cerveza pero sí líneas rectas que se deformaban al antojo de tu vista y perspectivas imposibles dibujadas en cualquier rincón de tu casa en una intoxicación algo más alucinógena que el THC. Era la época de las smart shops en España y allí se vendían en un limbo legal cosas tan peculiares como la Salvia divinorum y los psilocibes corrientes. Ignoramos cómo estará ahora la cosa.
      El GP no ha encontrado todavía psilocibes por la zona, pero sí otros parientes de hábitat con cualidades también alucinógenas, como algunos tipos de paneolos. En general, nos hemos encontrado con tres especies predominantes: paneolo anillado, paneolo (que creemos alucinógeno) y por último, la Stropharia subglobosa. Algunos foros de estos micófagos particulares la ponen entre las setas alucinógenas que podemos encontrar con el campo, pero decididamente, uno no va comiendo por ahí las setas que crecen en las boñigas de las vacas y ver qué pasa.   
    Las setas que fotografiamos aparecían en grandes grupos sobre los excrementos de las vacas. Eran escandalosamente numerosas y a veces no permitían reconocer la propia caca de la que emergen. Además, llamaban más la atención porque prácticamente ya eran de las pocas setas que se dejaban ver al final de la temporada, aparte del pie azul y unos pocos champiñones. Estos hongos, por otro lado, y dadas sus peculiares hábitats, no dependen del otoño para aparecer: las hemos encontrado desde el final del verano hasta bien entrado el invierno y por supuesto también en los meses de la primavera, acompañados igualmente de paneolos.

Las responsables últimas de estos hongos: vacas en la dehesa cerca de los Hornos (Sierra de Fuentes)
Hacía bastante tiempo que no echábamos una foto a una alondra "picúa". Nos acompañaban ahí donde fuésemos por la dehesa.

sexta-feira, 28 de novembro de 2014

Y POR NOVIEMBRE... OXALIS AMARILLOS

¿Quién puede atreverse a decir que esto es una "mala hierba", con las pedazo de flores que nos da?
Tupido follaje de la oxalis. Para un ignorante como el GP, acabaría diciendo que es un trébol más, y bien que lo parece...
Ahora entiendo lo de "mala hierba": el bordillo que separa la parte ajardinada del camino en el campo de mi señor padre, está completamente deglutada por las oxalis... 

     Iba el GP paseando por el campo de mi familia en Sierra de Fuentes, en busca de setas, cuando repentinamente descubrimos un tapiz de trébol que cubría buena parte del camino ajardinado afanosamente por mi señor padre. O eso era lo que pensábamos al principio. Cuando el GP se percató de sus magníficas flores amarillas le entró la duda y empezó a rastrear por libros e Internet, como de costumbre. Y rápidamente pudimos ver que de trébol y papilonácea, nada, que se trataba de una planta del género Oxalis (muy posiblemente Oxalis pes-caprae) de la familia de las oxalidáceas, y que encima esta estupenda especie era considerada una "mala hierba" y una "especie invasora". Ciertamente, mala hierba sí que es, en el sentido de una enorme malla verde que cubría toda la superficie ajardinada, pero que en esta época del año se agradece, con sus flores. Y lo de su carácter invasor, ¡bienvenidas sean, si traen estas flores! Esta especie proviene de Sudáfrica (ni más ni menos) pero parece estar ya completamente naturalizada en nuestro entorno mediterráneo, o así dicen las guías botánicas. Cuentan otras páginas no especializadas (es decir, la Santa Wikipedia) que esta especie es verdaderamente una plaga en la costa californiana. Lo más divertido de todo es que el GP en sus años de bulbero holandés, trabajó alguna de estas especies como plantas ornamentales, contando miles de bulbos de oxalis (ignorante de la belleza de estas plantas salvo en fotos de catálogo). Sea como sea, un lujo conocer a esta mala hierba invasora a mediados de noviembre. 
 En nuestro camino nos tropezamos también con una tardía mariposa de la col, posada sobre un aligustre. Aprovechando el buen tiempo otoñal, algunas especies de mariposas logran completar dos veces su ciclo reproductivo durante el año. Alguna ventaja había que tener con nuestro climá benigno y cálido...

segunda-feira, 24 de novembro de 2014

UNA RAZÓN MÁS PARA RECELAR DE LA CAZA


 

   Uno no quiere ser malo. Decididamente que no, pero encuentra imágenes como esta y se pregunta si esto es una cacería o no es en el fondo una gran metáfora de la política española. Porque no se equivoquen. No hay venados ni  ciervos abatidos. Lo que se ve ahí son los ciudadanos españoles. Sus derechos, su dignidad y el dinero que pagan con sus impuestos. Y arriba, la gran élite triunfadora en los tiempos del boom inmobiliario: politiquillos locales, constructores y sus enlaces. Por aquel entonces todo esto no importaba demasiado e indudablemente El País ha puesto su peor mala uva al pasar una imagen del 2004 por una del 2014. Pero la foto queda ahí, y tras seis años de crisis, uno se sigue preguntando cuántos sucios apretones de manos se habrán cerrado entre ciervo  y ciervo, entre migas y chocolate, palmaditas en el hombro por haber matado al bicho más grande y demás fanfarronadas señoritingas. Con semejante imágenes (por no hablar de elefantes abatidos por la realeza), como para no desconfiar de algunos cazadores.

sexta-feira, 21 de novembro de 2014

GEOMORFOLOGÍA EN LA RONDA NORTE

     
Falla inversa desde la rotonda hacia el Casar: esto quiere decir que el desplazamiento se desarrolla en un sentido opuesto al habitual. El labio inferior se eleva hacia arriba y el labio superior en sentido contrario. Acostumbrados en los libros a ver fallas en estratos horizontales inalterados, puede pasar algo más desapercibida. 

Superficie de los estratos cuarcíticos mostrando bioturbación y posibles crucianas. Estos estratos se corresponden con el techo de la cuarcita armoricana y muchas veces hacen de cierre del sinclinal. Pueden observarse en diferentes puntos de la Sierra de la Mosca.
 Diaclasas y fracturas con materiales cuarcíticos triturados. A veces estos materiales triturados están cementados, lo que les confiere el aspecto de brechas, que se pueden observar muy bien en la ascensión por las laderas del mismo monte que corta la Ronda norte. 
  Coluvial del Cuaternario sobre los estratos antiguos paleozoicos o proterozoicos. Esto puede observarse ya en la trinchera de la carretera del Casar, al cortar las laderas de la sierra de Aguas Vivas.

     Volver a los sitios que crees conocer siempre viene estupendamente. Ha sido con la Ronda Norte, en la rotonda de la carretera del Casar, donde podemos encontrar el mejor corte sobre el terreno que hace dicha carretera. En ella no solo podemos observar la sucesión de  pizarras y cuarcitas armoricana que cierra el sinclinal de Cáceres, sino otras muchas curiosidades tectónicas y geomorfológicas tan enormes que da vergüenza al GP no haber caído antes. Pero como siempre hay tiempo para enmendar errores y omisiones, aquí lanzamos nuestras fotos. 
   La razón de este reencuentro la tiene básicamente, que el GP por primera vez en su vida, ha dado unas pocas clases de geología en Social Sciences. La emoción de semejante cosa hizo que empezase a buscar y remover la red en busca de curiosidades geológicas, hasta toparse con una foto de la Ronda norte en la que se exhiben estas fallas y pliegues. Una vez que la vimos, no paramos hasta volver a la rotonda y mirar el paisaje geológico desde la última vez que lo hicimos con detenimiento, hace ya cinco años... Allí el GP se encontró con lo que os mostramos: material para la clase de los pequeños alumnos y aprendices de geólogos a regañadientes...
Fallas inversas, pliegues, ripples, dendritas, sedimentos coluviales... 
    En nuestra visita no faltaron tampoco las plantas. No dejamos de asombrarnos de los helechos comunes que proliferaban en mitad de la Rotonda, no sabemos si por mero azar o por la mano de un jardinero municipal. Y tampoco faltaron leguminosas otoñales azuladas: con el otoño adelantado de lluvias, las flores se han dejado sentir con fuerza estos dos últimos meses...  
 Estratos cuarcíticos con un buzamiento casi vertical en las que aparece la bioturbación y ripples.

domingo, 9 de novembro de 2014

LAS BARBUDAS Y EL SEÑOR MONAGO.


             La barbuda, cortada prematuramente por el cortacésped del parque del Príncipe.
  La barbuda, pocas horas después. Su descomposición se conoce con el nombre de delicuescencia, y su  carne queda convertida en un líquido negruzco y tintoso.
Las barbudas no suelen crecer en grupos, pero a veces, parece que lo hacen. Y acompañadas de Amanitas phalloides, hongos de Satanás y demás parientes tóxicos.

    Adivina adivinanza, ¿en qué se parece una barbuda al señor Monago? En que en el mundo de las setas y de los hombres, tanto las barbudas como nuestros políticos son los primeros en corromperse. En las barbudas, basta escasos días para que su elegante figura quede convertido en un sucio caldo negro. En los políticos...  ¿qué se puede decir que no sea ya un tópico en las redes sociales?
     El GP siempre ha querido dejar la política fuera de sus intereses naturales (para eso hacía otro blog), pero hay veces que la indignación lo hace inevitable. Pobre señora barbuda, que la he comparado con majaderos sin nombre común pero con nombre y apellidos propios. Y lo peor de todo, es que tratan a gente como el GP (o cualquiera que lea el blog) como ingenuos e inocentes retrasados mentales. Pobre señor Monago, llorando hace un par de días, arropado y aplaudido por su corte de sicofantes lameculos perdonalotodo, y jurando que va a devolver hasta el último céntimo. Como si eso bastase y fuese un acto de arrepentimiento suficiente: se devuelve el dinero y aquí no ha pasado nada. Borrón y cuenta nueva.
     De todo esto extraemos una pregunta: ¿y qué habría pasado si esto no se hubiese sabido? ¿Habría devuelto Monago un solo céntimo de esos viajes privados, sabiendo él en conciencia que no era dinero suyo el que estaba usando? Es decir, que mientras no te pillen, todo está permitido. La justicia solo está para los pobres y los imprudentes que se dejan atrapar. Uno pensando mal hasta podría imaginarse a Monago fardando de sus viajes a Canarias y muy posiblemente asegurando que no le costaron ni un euro. Y quizás lo hubiese seguido haciendo de no haber salido a la luz. Así que la divisa nueva de regeneración en nuestros partidos, tal vez sea, en lugar de "sigue robando", es "ten más cuidado mientras robes". Nuestros políticos sin querer acaban citando a un viejo filósofo griego, Antifonte, que hablaba de la justicia en términos de parásitos: aprovéchate de las buenas leyes para todos, e intenta evitar todas aquellas que te perjudiquen.
     Pobre señor Monago. Hasta ahora me caía casi bien. Podría estar a favor o en contra de sus leyes, pero me resultaba completamente indiferente como persona, lo que es un gran halago para un político. Ahora es uno más del club de las barbudas. De esas que con solo tocarlas, se corrompen, su carne ennegrece y chorrean tinta. Y como miembro del club, el GP no le pide la cárcel: tan solo que deje su puesto y abandone la política. Es el auténtico precio a pagar por la corrupción, y no solo devolver lo que haya gastado indebidamente.

quarta-feira, 5 de novembro de 2014

FALSAS AMANITAS CESÁREAS


   El GP no puede salir solo con la bicicleta por estos montes de dios. Por más que desea uno hacer ejercicio, se va topando con un pedrusco, un bicho y multitud de setas que hacen inevitablemente que en lo mejor de la subida, aparquemos nuestro bólido y nos pongamos a ver alguna cosa. Quizás la culpa también sea llevar una cámara a todas partes: la tentación entonces se hace aún más fuerte. Y si es temprada de setas, como ahora, todavía peor. 
   Aunque la oronja (Amanita caesarea) es casi inconfundible, en ocasiones la Amanita muscaria nos puede dar que pensar. Así, el otro día, dando un paseo con la bicicleta por la sierra de Aguas Vivas, nos encontramos con algunas amanitas que aparentemente lucían como buenas cesáreas. Con un atractivo color anaranjado y casi carentes por completo de las manchitas blancas del sombrero, estas setas podrían parecer oronjas para aquellos observadores  poco diestros (al GP le hicieron bajar de la bicicleta y pensar un poco la seta). Sin embargo, nada más darles la vuelta reconocimos sin más problemas el apellido muscaria en este hermoso hongo: las láminas y el pie blanco la hacen fácilmente reconocible frente a la oronja. 
    Estas no fueron ni mucho menos las únicas setas que nos encontramos. No faltaron las Amanitas rubescens o spissa, como las de la foto de arriba (no tendríamos el 100% de seguridad en reconocerlas una de otra), ni tampoco lactarios, pisolitus y otras que no encontramos formas de reconocer: la lluvia nos fastidió en lo mejor de la faena y tuvimos que regresar a casa con ganas de más... y algo mojados.
 
El lugar donde nos encontramos tantas Amanitas: encinar y retamas. Parece ser que amanita muscaria y amanita  vinosa  están compartiendo hábitat en toda la zona...

sábado, 25 de outubro de 2014

MÁS AMANITAS PHALLOIDES, EN EL PASEO ALTO-MONTESOL


    Aunque acabamos de publicar una entrada sobre esta misma seta, es inútil resistirse a la tentación. Aquí encontramos otros tres ejemplares, todavía más hermosos si cabe que los que observamos en el parque del Olivar de los Frailes. Nos hemos movido un poco de sitio: las setas se encontraron, sin mucho buscar, en la ladera norte del Paseo Alto, en los nuevos parques colindantes con la urbanización Montesol y la Ronda Norte, y por supuesto, a los pies de una encina. La abundancia de esta seta en nuestros alrededores tal vez se deban a las condiciones climáticas de este año: el GP leyó una vez que los años "malos" de vendimia, con mucha lluvia, suelen ser ideales para el desarrollo de este hongo. Lo cierto es que hasta la fecha, nunca nos habíamos encontrado esta seta en los alrededores de la ciudad.
La bondad de esta seta venenosa estriba al menos en nuestra capacidad para identificarla: color verdoso del sombrero, volva amplia, y anillo membranoso y envolvente propio de las amanitas. Para un mínimo entendido en setas, es difícil no identificarla frente a otros hongos.

sexta-feira, 24 de outubro de 2014

AMANITA PHALLOIDES EN EL OLIVAR DE LOS FRAILES


Típica amanita mortal, con el anillo membranoso y estriado de su especie. El pie está oculto entre la hojarasca.
Dos amanitas verdosas se levantaban bajo las encinas, mientras otras dos estaban ya pasadas, mostrando el pie abultado. Estas últimas tenían un fuerte olor a podrido que parece ya alertar de su carácter venenoso...

    Nunca sabemos por donde va a a salir la siguiente sorpresa en el mundo de las setas, y esta vez ha correspondido a una de las más famosas y mortíferas donde las haya: la Amanita phalloides. Es raro el libro de setas que no dedique un amplio apartado en su guía para estudiar y orientar el reconocimiento de esta fantástica amanita. Su registro suele ser tan amplio que nos habla de envenamientos históricos (emperadores y papas incluidos), cuadros clínicos (síndrome faloidiano) y bastantes detalles que a veces no dejan de ser escabrosos. Para comprender la situación, el 90% de la mortalidad por hongos es producido por esta seta, y basta con comer una de ellas para correr el riesgo de no volver a contarla. 
     Pero ahí estaban, prosperando tranquilamente bajo matorrales de encinas, y sin que nadie reparara en ellas... Cuando uno las ve tiene la sensación de estar ante las setas de  todas las setas, y oscila entre la reverencia y la destrucción. ¿Qué pasaría por ejemplo, en mitad de un parque como el olivar, si a un niño le diera por cogerla y llevársela a la boca? En el mundo de la obsesión por la seguridad y las guerras preventivas, esta seta lleva todas las de perder en caso de encontrarse cerca del hombre. Pero a pesar de nuestras paranoias, la seta era demasiado hermosa para ser destruida, así que allí las dejamos, entre los matorrales, esperando que baste su carácter escondido para olvidarnos de todo riesgo. Cuando volvíamos con la bicicleta pensaba que en realidad todo el parque parece estar repleto de hongos tóxicos: lepiota cristata, esclerodermas, setas de olivo... ¡Anda que no hay cosas venenosas por el mundo! Así que mejor confiar en el sentido común y la desconfianza natural hacia los hongos que en cosas más raras. 

    Hay una seta que sí es parecida a la amanita phalloides y que es relativamente fácil de confundir dentro del propio parque del olivar de los frailes. Se trata de la magnífica Volvariella speciosa, una de las setas más grandes y con una forma muy parecida a la amanita. Sin embargo, esta no tiene el anillo propio de las amanitas y tiende a deshacerse más fácilmente el sombrero en la madurez. El color verdoso, sin embargo, sí puede aparecer en ambas especies. La volvaria no suele crecer bajo encinares y tiende a aparecer más en claros de prados. A pesar de que esta sea comestible, conviene abstenerse con la phalloides rondando por estos lares. Igualmente, evitaremos destruir setas, pensando que es la phalloides: lo más seguro es que derribemos volvarias.


Este era el rincón donde encontramos las amanitas. Los olivos alternan con encinas y matorral mediterráneo, y boletus, esclerodermas, lactarios y lepiotas  pueden verse con gran facilidad.

sexta-feira, 17 de outubro de 2014

NARCISOS EN TIEMPO DE COMETAS


"Vamos a volar la cometa", le decía el GP a Juan, una y otra vez, como un ser cansino. El pequeño prefería al principio la comodidad del sillón de casa viendo dibujos a tener que estar corriendo en un descampado. Pero como uno nunca llega a crecer del todo y le encanta jugar con una cosa tan simple como puede ser un trozo de tela atado a un hilo zarandeado por el aire, acabé convenciéndolo. Así que el hijo sacó a pasear al padre, como está mandado.       
    Podríamos haber ido a un montón de buenos lugares para volar la cometa, pero orientamos el coche en dirección Casar de Cáceres, y nos detuvimos a la altura de la entrada a la cañada de ganado, a unos tres kilómetros. Allí habíamos observado apenas unos días antes un gran pradera cubierta por florecillas blancas que no aparecían en las laderas de la sierra, al menos en tan gran número. Así, que entre un vuelo y otro de la cometa, nos dedicamos a sacar unas pocas fotos apresuradas a estas florecillas que apenas se levantaban escasos centímetros del suelo, sin otro adorno que la propia flor, azotadas por el viento y tan humildes que solo su gran número levantaba la atención. 

     Intuitivamente el GP supuso que se trataría de una especie de narciso otoñal (Narcissus serotinus), algo más pequeño y discreto que el narciso pálido de finales de invierno. En realidad, de las plantas bulbáceas de la zona (familia de crocus, iris, amarillis y compañía) la más sencilla hasta la fecha. Pero el hecho de que crezca en una época como el otoño ya es algo digno de mérito. 
       Parece ser que este pequeño narciso es bastante típico en la costa mediterránea, y que posteriormente ha ido colonizando el interior de la península, especialmente en Extremadura. La presencia del narciso de otoño puede cambiar sustancialmente de un año para otro. Es precisamente en estos años con un comienzo de otoño muy húmedo, cuando sus poblaciones se hacen más visibles; en los años más secos puede pasar esta temporada sin dar la flor y echar las hojas más adelante en la primavera. Como se ve, no solo las setas son las beneficiadas de las lluvias de septiembre. También lo son estas flores y sus compañeras de temporada, los crocus y las snowdrops

 Los narcisos iluminan con sus tenues flores el campo otoñal, todavía marcado por las plantas secas del verano. El contraste las hacía más visibles.
 Juan haciendo volar su cometa con bastante soltura, para ser la primera vez.
 Una sola flor por planta, sencilla (no atrompetada) y ausencia de hojas.