sexta-feira, 2 de julho de 2010

CUANDO YO SALÍ DEL NIDO.


El verano: fantástica época para ver a los pajarillos alimentar su progenie. Ya lo he visto en las golondrinas y ahora tocaron los gorriones, mucho más fáciles de ver y también de perseguirles con la cámara. Está claro que abandonar el hogar materno es un trauma no solo para los treintaañeros acuciados por crisis económicas, sino también para los pájarillos con pocos meses de vida y que aunque sepan volar, todavía no son capaces de encontrar su sustento.
Aquí tenemos una joven lavandera recién salida del nido en el Padre Pacífico. Estaba aprendiendo los lugares donde podía aproximarse para beber agua, sin darse cuenta que desde donde estaba era demasiado vertical para alcanzarla por sus propios medios. El pobre pájaro estuvo intentando e intentando hacer equilibrios y estirar su cuello sin resultado, sin darse cuenta que un poco más arriba, los gorriones veteranos estaban sobre un cómodo apoyo saciando la sed con el agua del estanque.
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Como se ve, poco tiene que ver la coloración de los jóvenes, marrón y parda, con la de sus progenitores. Pero por sus simpáticos andares y la cola larga, siempre se la reconoce sin problemas. 

4 comentários:

  1. Hola Ángel:
    Sólo unas palabras para comentarte que he realizado una entrada en mi WeBlog profesional sobre tu blog. La puedes encontrar en: http://www.garzon.gr

    Un saludo

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  2. Muchísimas gracias por esa entrada... Muy halagadora en todo caso, y sí, has cogido perfectamente el proyecto del blog.

    Un saludo...

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  3. ... estos pobres pajarillos aún no distinguen el peligro de las cuatro ruedas. Hay algunas zonas que por desgracias están llenas de pequeños atropellos.

    Saludos.

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  4. esta misma mañana me he encontrado un joven gorrión destripado al lado de un paso de cebra... Supongo que serán víctimas inevitables de su propia inexperiencia.

    un saludo.

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